Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La proteína telomérica TRF2, en ausencia de telomerasa, actúa como un potente oncogén inductor de tumores epiteliales malignos tras su sobre-expresión en ratones transgénicos, según el estudio realizado por el Grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que dirige Maria Blasco y que ha sido realizado por las investigadoras, Raquel Blanco y Purificación Muñoz. Esta investigación ha sido publicada en el último número de la revista "Genes and Development".

Según Blasco, este estudio demuestra que la proteína telomérica TRF2 es un potente oncogén "in vivo". Se trata, después de la telomerasa, de la primera proteína de los telómeros en la que se identifica un papel importante en el desarrollo del cáncer. "Nuestro trabajo identifica por primera vez a TRF2 como una posible diana antitumoral", añadió.

Por su parte, Raquel Blanco indicó que esta investigación ha demostrado que esta proteína promueve la rápida aparición de carcinomas con una alta inestabilidad cromosómica. La investigadora cree que TRF2 "induce cáncer por su capacidad para generar daño en el ADN, así como aberraciones cromosómicas".

A modo de conclusión, Purificación Muñoz añadió que estos resultados indican que la inhibición de la actividad telomerosa "no sería deseable en tumores humanos que sobre-expresen la proteína TRF2".

Estos estudios han sido posibles gracias a varios proyectos financiados por la Unión Europea, los ministerios de Sanidad y Consumo, la Comunidad Autónoma de Madrid y la Fundación Josef Steiner. También han colaborado en la investigación el miembro del CNIO, Peter Klatt y por parte de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Juana Maria Flores.