Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Unas pequeñas hebras de ADN en el extremo de los cromosomas, conocidos como telómeros, que parecen contener secretos sobre el envejecimiento, también podrían albergar pistas sobre quien tiene más probabilidades de sufrir de enfermedad coronaria, informaron científicos británicos e un artículo publicado en la revista médica The Lancet.
Los llamados telómeros, compuestos de secuencias repetitivas de ADN que no codifican para ningún gen en particular, tienen entre sus funciones esenciales la de proteger al resto del cromosoma de la degradación.
Los telómeros actúan como relojes biológicos porque se acortan cada vez que se produce una división celular, por lo que los de menor longitud indican células más viejas.
Algunos estudios previos habían mostrado que las personas con enfermedades coronarias tenían más probabilidades de tener telómeros cortos, pero hasta ahora no se sabía si eso era una consecuencia de la enfermedad o una marca para predecirlo.
Los investigadores analizaron la longitud de los telómeros de los leucocitos de más de 1 500 hombres, de los que 484 desarrollaron posteriormente dolencias coronarias y 1 058 no tuvieron luego problemas cardíacos. Los expertos detectaron que los primeros tenían telómeros más cortos que los del segundo grupo.
Los científicos también compararon la longitud de esos protectores de cromosomas en pacientes tratados con estatinas, fármacos para reducir el colesterol y en otros que a quienes se les había administrado sólo un placebo. Los investigadores detectaron que entre estos últimos, el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria era casi el doble en los varones con telómeros cortos que en aquellos en los que esos protectores de cromosomas eran relativamente largos.
Por el contrario, en los pacientes sometidos a un tratamiento con estatinas el riesgo de enfermedades cardíacas se reducía sustancialmente en aquellos que tenían telómeros cortos.
“Hemos demostrado que la longitud de los telómeros de los leucocitos está relacionada con el riesgo de sufrir enfermedades coronarias en un futuro en hombres de mediana edad y alto riesgo de padecer esa enfermedad”, explicó Nilesh Samani, uno de los autores de la investigación.
Samani, de la Fundación Británica del Corazón y Universidad de Leicester, dijo que la investigación podría servir para “identificar a los individuos que podrían beneficiarse en mayor medida de un tratamiento con estatinas”.