Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los recién nacidos prematuros tiene una oportunidad mayor de supervivencia libres de daños neurológicos que los que nacieron a principios de la década de los 80, según un estudio que publica en su último número la revista The Lancet, según el cual la prevalencia de la parálisis cerebral en niños con muy bajo peso al nacer ha disminuido desde 1980.

La parálisis cerebral es un desorden del movimiento, postural y de función motora permanente y constituye la principal causa de discapacidad en niños en Europa occidental, con una prevalencia de cerca de dos casos por cada mil nacidos vivos. Los niños con muy bajo peso al nacer (por debajo de los 1.500 gramos) y de partos múltiples tienen entre 20 y 80 veces más posibilidades de padecer una parálisis cerebral que los nacidos con un peso normal.

Los datos recogidos en la década de los 80 sugieren que la prevalencia de la parálisis cerebral entre los niños de muy bajo peso al nacer se incrementó, pero estudios recientes muestras que la prevalencia en este grupo de niños ha empezado a disminuir.

La investigadora Mary Jane Platt, de la División de Salud Pública de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), y varios compañeros recogieron datos de un grupo de 16 centros europeos para analizar la distribución y la frecuencia de la parálisis cerebral por sexos y en niños de muy bajo peso al nacer en el periodo 1980-1996.

Un total de 1.575 niños nacieron con parálisis cerebral, de los cuales 414 (26 por ciento) pesaban menos de mil gramos al nacer y 317 (20 por ciento) correspondían a partos múltiples. Los científicos descubrieron una significativa caída de la prevalencia de esta minusvalía en los niños de muy bajo peso durante el estudio, desde el 60,6 por ciento de los nacidos vivos en 1980 al 38,5 por ciento en 1996. Los autores consideran que la reducción de la prevalencia es el resultado de una mejora general en el cuidado neonatal.

El doctor Plarr señala que "en conclusión, este estudio presenta la evidencia de que los niños nacidos con una peso inferior a 1.500 gramos y en particular aquellos nacidos con menos de un kilo de peso, ahora tienen una mejor perspectiva de supervivencia que antes y, más importante, una mejor oportunidad de supervivencia sin discapacidades neurológicas severas".