Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las mujeres que se someten al tratamiento más habitual para la extirpación de células precancerosas en el cérvix tienen mayores probabilidades de parir un bebé prematuro, según un estudio australiano conocido el martes.
Según el informe, que publica el boletín del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists, existe ese riesgo en el caso del método conocido como extirpación electroquirúrgica de lazo, pero no cuando se utiliza el láser.
Los investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) y del Royal Women's Hospital, autores del estudio, calculan que podrían evitarse hasta 1 500 partos prematuros si se recurriese al láser en lugar del procedimiento de extirpación de lazo.
En el proyecto australiano participaron más de 5 000 mujeres, que habían sido sometidas a distintos tratamientos para la eliminación de células precancerosas entre 1982 y el 2000.
Los expertos examinaron el procedimiento denominado extirpación electroquirúrgica de lazo, que utiliza un lazo de alambre fino a través del cual pasa una corriente eléctrica para extirpar un área de células anormales y obtener una muestra de tejido, la biopsia de cono -en la cual se utiliza un bisturí con esa forma- la diatermia, mediante la cual se aplica la corriente eléctrica directamente al tejido y la ablación con láser.
La extirpación electroquirúrgica de lazo tiene la ventaja de que puede extraerse el tejido y examinarse posteriormente para ver si es dañino mientras que la ablación por láser lo destruye.
Diversos estudios indican que estos dos últimos métodos son igualmente exitosos, pero, según el último informe, el único tratamiento que no conlleva un riesgo adicional de parto prematuro es la ablación por láser.
Según los investigadores, es la primera vez que se establece una relación directa entre la extirpación electroquirúrgica de lazo y el nacimiento de los bebés prematuros.
Sin embargo, los investigadores descubrieron también que tanto las mujeres tratadas como las no tratadas por células cancerosas presentaban un alto riesgo de tener un parto prematuro, lo que parece indicar que esta terapia no es el único factor que influye.
El riesgo de tener un parto prematuro entre las participantes del estudio que se sometieron a esa técnica fue del 12%.