Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Inundaciones en el Cuerno de África, tifones en Asia, sequía en Australia, y la más reciente predicción de que el hielo en el Ártico podría derretirse por completo durante los meses de verano para el año 2040.
Aparentemente se están registrando condiciones meteorológicas extremas en cada rincón del planeta y los signos del calentamiento global parecen más evidentes, aunque nadie está seguro hasta qué punto ambos hechos están relacionados.
Los científicos calculan que la temperatura promedio de la Tierra aumentará entre 1,4 y 5,8 grados para el año 2100.
Si bien el cambio climático no es algo nuevo, lo que es diferente es el posible impacto de las actividades humanas en relación con la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, que los expertos creen que contribuye al calentamiento artificial de la atmósfera.
El año 2006 fue el sexto más cálido desde que se tienen registros, según el más reciente informe sobre el clima mundial publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Hasta ahora, el más caluroso fue 1998, seguido por el 2005.
Sin embargo, el calentamiento del planeta es errático. El incremento más pronunciado en el siglo XX es a partir de 1976, siendo los 90 la década más cálida.
En 2006 se registraron temperaturas extremas en todo el mundo.
Muchos países europeos tuvieron el otoño más caluroso desde el siglo XVII, cuando se comenzó a llevar un registro de los datos meteorológicos.
En algunas regiones de Estados Unidos hubo inundaciones, mientras que en otras hubo olas de calor.
El Cuerno de África, afectado por una grave sequía en el 2005, se convirtió en una zona de desastre humanitario en octubre y noviembre del 2006, esta vez debido a las inundaciones causadas por intensas precipitaciones en Etiopía, Somalia y Kenia.
Los tifones infligieron daños récord en el sudeste de Asia. Para China, el 2006 fue la peor temporada de tifones en una década, con 1 000 muertos y daños por 10 000 millones de dólares.
El tifón Durian afectó a unas 1,5 millones de personas en Filipinas a fines de noviembre, con más de 500 muertos y cientos de desaparecidos.
Sin embargo, los expertos son resistentes a presentar conclusiones firmes. "Siempre es difícil hablar sobre tendencias", dijo el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
El funcionario se negó a decir si creía que estaban ocurriendo con mayor frecuencia fenómenos meteorológicos extraordinarios.
En verdad, el patrón de temporadas de huracanes muy activas en el Atlántico, que tuvo su pico en el 2005, se interrumpió en el 2006. Pese a los pronósticos contrarios por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, este año la temporada de huracanes fue casi normal.
"El Niño se desarrolló velozmente y la atmósfera se estabilizó rápido, reduciendo la actividad de los huracanes durante una era activa y que comenzó en 1995", explicó Gerry Bell, pronosticador de la NOAA.
El fenómeno El Niño es un calentamiento periódico anormal de las aguas oceánicas en el Pacífico ecuatorial central y oriental que tiene influencia sobre el clima en todo el mundo.
Predecir el clima sigue siendo una ciencia imprecisa, pero evaluar las consecuencias es más certero.
Los desastres naturales, incluyendo fenómenos como los huracanes Katrina y Stan, costaron 160 000 millones de dólares en el 2005, según el informe sobre desastres mundiales publicado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Medialuna Roja en diciembre. Esta cifra fue más del doble que el promedio anual de la década.
Entretanto, en octubre, un informe expresó la predicción más pesimista hasta ahora sobre el impacto del calentamiento global en la economía mundial.
El ex jefe economista del Banco Mundial Nicholas Stern dijo que un fracaso en la lucha contra el cambio climático podría causar una crisis económica y un levantamiento social comparable a la Gran Depresión de los años 30.
La economía mundial podría retraerse en un 20%, equivalente a un estimado de 6,95 billones de dólares para el 2050. "Sin acciones, sequías, inundaciones y el aumento del nivel del mar implicará que hasta 200 millones de personas podrían ser desplazadas y se convertirían en refugiados", según Stern.
Asimismo, hizo un llamado para que se destine de inmediato un 1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial a combatir el cambio climático.
El calentamiento global llega casi diariamente a los titulares de los diarios.
A mediados de diciembre, un informe de Cecilia Blitz y Peter Rhines de la Universidad de Washington señaló que si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan a la tasa actual, grandes áreas del Ártico estarán totalmente libres de hielo en los meses de verano para el año 2040.
"Las señales emergentes del calentamiento global aparentan ser más y más potentes, más y más creíbles, más y más seguras", indicó Rhines.
Por su parte, Martin Beniston de la Universidad de Ginebra dijo que "el calentamiento global está ocurriendo y el consenso científico general es que la influencia humana en el sistema climático emergió como un elemento clave del calentamiento observado desde probablemente los años 60. Es un problema a largo plazo que no puede ser revertido rápidamente".
La OMM no está preparada en este momento para decir hasta qué punto los fenómenos meteorológicos extremos son causados por el calentamiento global.
"El último informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) analizó posibles vínculos entre el calentamiento del clima y la sequía, precipitaciones y olas de calor, pero aún estamos en una fase de hacer más investigaciones para hallar la respuesta", señaló Jarraud. "Es algo sobre lo que habrá más en su próximo informe".
Afortunadamente, el IPCC, creado en 1988 por la OMM y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente para seguir la evolución del cambio climático, presentará su próximo informe en el 2007.
El cuantioso número de informes sobre calentamiento global aparentemente sólo es superado por los eventos meteorológicos extremos.
Si las actividades humanas causan el calentamiento global y el resultante clima catastrófico no está claro. Si fuera así, entonces se podría alcanzar un consenso sobre medidas para remediarlo, si bien esto sigue siendo una posibilidad lejana. Si la mano del hombre no es responsable, entonces es poco lo que se puede hacer contra el calentamiento global además de preparar políticas para mitigar las peores consecuencias. Sea cual fuera el caso, el pronóstico es poco prometedor.