Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El selenio, un elemento residual hallado en alimentos como las nueces, el hígado y los riñones, puede ser un importante suplemento nutritivo en la prevención del cáncer de mama cuando la persona está genéticamente predispuesta a la enfermedad. La correlación ha sido hallada por un grupo de especialistas en nutrición de la Universidad de Chicago (Estados Unidos) en un estudio cuyos resultados recoge por la revista "Cancer Research".



Durante más de 20 años, estudios con animales han mostrado que pequeñas cantidades de selenio en la dieta, puede suprimir el cáncer en diversos tipos de órganos. Los datos con animales son muy reveladores, pero es ahora cuando se están empezando a comprobar tales datos en seres humanos.



En este trabajo, los autores se centraron en el papel desempeñado en el cáncer de mama por una proteína que contiene selenio, llamada glutationa peroxidasa, una enzima que depende del selenio y funciona como antioxidante. Se observaron ciertos genes conteniendo selenio que codificaban para proteínas conteniendo selenio, y después se examinó su código genético para ver las diferencias en la frecuencia de versiones de estos genes tanto en células cancerígenas como en ADN de personas que no padecen cáncer.



Se compararon los mismos genes de 517 personas sin cáncer con los genes de 79 muestras de tejido mamario afectado por el cáncer. Los resultados mostraron una diferencia en la frecuencia de diferentes versiones de los genes en los tumores de mama analizados en relación a las personas que no tenían cáncer. Esta diferencia, según los investigadores, posee una consecuencia funcional. En realidad, indica que la persona con cierta versión del gen asociado al selenio puede necesitar más selenio en la dieta para conseguir los efectos preventivos contra el cáncer de este elemento.



Cancer Research 2003; 63:3347-3351