Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El tabaquismo crónico afecta a las células nerviosas y altera la constitución química del cerebro, según un estudio de la Universidad de Bonn (Alemania) que se han hecho público durante la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología que se celebra estos días en Chicago (Estados Unidos). Los investigadores señalan que este es el primer estudio que se centra en la relación entre los metabolitos cerebrales y la dependencia a la nicotina.

Los científicos utilizaron la espectroscopia de resonancia magnética de protones (ERM) para estudiar a 21 hombres y 22 mujeres de entre 21 y 59 años de un programa para dejar de fumar dos semanas después de dejarlo y nuevamente seis meses después. A los pacientes se los animó a utilizar parches de nicotina durante las seis semanas siguientes a dejar el tabaco, sin embargo, sólo 36 de ellos los emplearon.

La ERM de protones puede medir el metabolismo cerebral al nivel celular y proporcionar datos químicos en detalle sobre los metabolitos del cerebro que participan en muchos procesos físicos y químicos del organismo.

Los investigadores compararon los datos de la prueba de los fumadores con los de 35 sujetos control sanos emparejados con los primeros según edad y sexo. Los resultados mostraron que los pacientes dependientes de nicotina tenían menores concentraciones del aminoácido N-acetilaspartato (NAA) en la corteza cingulada anterior (CCA), que procesa el placer y el dolor. Los menores niveles de NAA fueron evidentes independientemente de si el paciente había utilizado o no los parches de nicotina y correlacionaba directamente con sus antecedentes de fumador: a mayor número de paquetes de cigarrillos por año (un paquete al día) menor era el nivel de NAA.

"La corteza cingulada anterior participa en la mediación condicionada del reforzamiento, el deseo y la recaída de la conducta adictiva", señala Christian G. Schütz, uno de los autores principales del estudio. "Los menores niveles de NAA han sido implicados como indicadores de alteración neuronal o de los axones", continúa el científico.

Los niveles reducidos de NAA han sido detectados en trastornos psiquiátricos y del estado de ánimo que incluyen la esquizofrenia, la demencia, el trastorno bipolar, así como en casos de abuso de sustancias, en particular la dependencia al alcohol.

Las concentraciones de colina en esta zona del cerebro fueron ligeramente inferiores en los fumadores en comparación con los no fumadores, y menor incluso en las mujeres que fumaban en comparación con los hombres que tenían este hábito. La colina, un componente vitamínico que participa en gran medida en el metabolismo de la membrana celular, esencial para el funcionamiento cardiaco y cerebral. Los niveles reducidos de colina pueden ser un precursor de la descomposición de las membranas celulares.

Los niveles de concentración de creatina total (CrT) en los lóbulos frontales era superior en los fumadores que no utilizaron parches en comparación con aquellos que sí los emplearon. El metabolito CrT juega un importante papel en la administración de energía a las células musculares. Los niveles elevados de CrT se han asociado con el consumo de estimulantes. Además, los investigadores descubrieron que los niveles elevados de CrT predecían una mayor probabilidad de recaída.

Tras un seguimiento de seis meses, los investigadores descubrieron que la mayoría de concentraciones de metabolitos, incluido el NAA, se había normalizado en los 25 exfumadores que no habían vuelto a fumar.