El tribunal de apelación del Reino Unido reconoció el viernes por primera vez la existencia del llamado síndrome de la guerra del golfo, que supuestamente afecta a quienes combatieron en 1991, al rechazar un caso del gobierno contra un soldado enfermo. El tribunal desoyó la apelación del Ministerio de Defensa contra una sentencia anterior pronunciada por un tribunal de pensiones que aceptaba que Shaun Rusling, médico del regimiento de paracaidistas, padecía un síndrome como consecuencia de su servicio en esa guerra contra Iraq. Al rechazar la posición gubernamental, que mantiene que ese mal no existe, el tribunal ha abierto la veda para que otros soldados que aseguran padecerlo puedan reclamar compensación al ejecutivo. Según algunas teorías, el síndrome fue causado por el gran número de vacunas e inyecciones que recibieron las tropas desplegadas en el golfo en 1991. Los síntomas son fatiga, náusea, fiebre y depresión, y pueden derivar en enfermedades graves. Rusling, director de la asociación de veteranos de la guerra del golfo, ya logró en su momento una pensión gubernamental al aceptar el gobierno que sufría lo que llama una "enfermedad de diagnóstico confuso". Sin embargo, el soldado continuó su lucha para que se reconociera oficialmente la existencia del síndrome en cuestión, que al parecer sufren otros muchos soldados. El Ministerio de Defensa reiteró el viernes que no hay pruebas médicas de que exista el síndrome y señala que el juez "no expresa concretamente su opinión" al respecto. |