Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Escuchar música en un volumen muy alto con un reproductor digital y auriculares durante más de 90 minutos por día puede dañar la audición, según un nuevo estudio realizado en Estados Unidos.
El análisis de más de 100 estudiantes de doctorado concluyó que las personas que escuchan música a un 80% de la capacidad de volumen de su reproductor, un punto en el cual el sonido se considera elevado, deberían hacerlo por menos de 90 minutos diarios.
"Si una persona excede eso un día en particular y luego no usa los auriculares el resto de la semana, no corre un riesgo mayor", dijo a Reuters Brian Fligor, autor del estudio. "Estoy hablando de alguien que excede el 80% durante 90 minutos día tras día, mes tras mes, por años", añadió el especialista.
El estudio tampoco halló problemas para las personas que escuchaban música a un nivel entre el 10 y el 50% del volumen máximo durante períodos prolongados.
No obstante, los investigadores descubrieron que cualquiera que escucha música al 100% del volumen máximo durante más de cinco minutos enfrentaba el riesgo de perder la audición.
Los resultados del estudio se aplican a niños y adultos, aunque los expertos desconocen si los niños son más susceptibles que los adultos.
Los científicos no encontraron diferencias en los niveles de sonido entre las marcas de reproductores o entre los géneros musicales evaluados, que fueron desde rock y música country, hasta música disco.
Fligor, especialista en Audiología del Hospital de Niños de Boston y miembro de la Escuela Médica de Harvard, dijo que las personas que escuchan música repetidamente a altos niveles de volumen no se dan cuenta que la pérdida de audición puede tardar 10 años en manifestarse.
"Me preocupa el adolescente que va a tener 23, 24 o 25 años y pérdida de la audición inducida por el ruido al que le quedan unos 60 años por vivir con una audición que sólo va a empeorar", manifestó Fligor, que presentará el estudio el jueves en una conferencia en Cincinnati.
Fligor presentará además los hallazgos de otra investigación con co-autoría de Terri Ives, de la Escuela de Audiología del Colegio de Optometría de Pensilvania.
El segundo estudio revela que los auriculares que se colocan dentro de la oreja y emiten el sonido directamente a los oídos no son más peligrosos que los que se ubican fuera del pabellón de la oreja.