Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La asimilación de los hábitos de la vida moderna, el aumento del estrés y el consumo de alimentos poco saludables ha ocasionado que el cáncer en China tenga ya una incidencia similar a la existente en Occidente y que siga creciendo, informó el miércoles el rotativo China Daily.
"La incidencia del cáncer en las ciudades de Shanghai, Pekín y Cantón es casi igual a la de los países occidentales, pero su tasa de crecimiento duplica la cifra mundial", afirmó el doctor Xu Xinyu, oncólogo del Hospital Zhongshan.
En Shanghai, el cáncer afectaba a 40,8 de cada 100 000 habitantes en el año 2000, y la prevalencia ha ido aumentando a una media de un 4,2 anual, según datos facilitados en el Segundo Foro Internacional de Cáncer de Colon y Recto, celebrado este fin de semana.
Las cifras nacionales ofrecidas por el Ministerio de Sanidad a principios de año hablaban de un crecimiento de los tumores malignos del 29% en las dos últimas décadas.
De momento, el cáncer de pulmón, vinculado al consumo de tabaco, sigue siendo el más frecuente, seguido por el cáncer de colon, relacionado, además de con el tabaco, a la ingestión de dietas pobres en verduras, fibras o pescado.
Y el cáncer pancreático, el más mortífero del aparato digestivo y vinculado al consumo de alcohol y de dietas ricas en proteínas y grasas, afecta a 10 de cada 100 000 habitantes de estas grandes ciudades chinas.
De los pacientes, se calcula que sólo un 1% sobrevive al cabo de cinco años, debido a que el diagnóstico suele producirse en fases avanzadas de la enfermedad.
"Hemos apreciado un aumento del número de enfermos diagnosticados de cáncer pancreático. Y en los últimos años se ha producido un incremento significativo de los adultos jóvenes afectados, entre los que la enfermedad tiene peor pronóstico", según Zhao Yupei, presidente de la Sociedad China de Cirugía.
Por otro lado, el cambio de hábitos incluida la dieta ha ocasionado también un aumento de los afectados por el sobrepeso, especialmente entre los varones.
Según los últimos datos del Informe Nacional sobre Buena Forma Física, uno de cada 10 hombres chinos entre 20 y 59 años sufre obesidad, un 22% más que en el año 2000.
El estudio muestra también que el 60% de los estudiantes chinos lleva una vida sedentaria y no realiza ningún tipo de ejercicio, algo que la mitad de ellos justificaron afirmando "que no tenían tiempo".