Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
La apnea obstructiva del sueño se asocia igualmente a patologías cardiovasculares Redacción, Madrid (19-09-2006).- Los individuos que tienen trastornos de la respiración asociados con el sueño son más propensos a desarrollar depresión y las probabilidades de que padezcan la enfermedad aumentan a medida que estos problemas del sueño se intensifican, según un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison de Estados Unidos que se publica en la revista Archives of Internal Medicine. Los trastornos asociados a la respiración durante el sueño, en los que aparecen signos como las pausas frecuentes en el ritmo respiratorio o la respiración dificultosa, han sido asociados con una variedad de consecuencias negativas para la salud, incluyendo la enfermedad cardiovascular y un funcionamiento alterado durante el día. Estudios anteriores han sugerido que la depresión mejora cuando mejoran estos trastornos de la respiración nocturna, mostrando una relación entre ambos aspectos de la salud. En el estudio actual participaron 1.408 adultos de entre 30 y 60 años cuando comenzó el estudio en 1988. Según los científicos en comparación con los pacientes sin trastorno respiratorio durante el sueño, aquellos otros con casos reducidos del problema fueron 1,6 veces más propensos a la depresión; aquellos con los casos leves dos veces más propensos; y los pacientes con los trastornos respiratorios moderados o graves 2,6 veces más propensos a la depresión. Los individuos cuyos problemas respiratorios empeoraron a lo largo del tiempo vieron incrementados sus riesgos de convertirse en pacientes depresivos. Los investigadores explican que en el estudio un aumento de los trastornos respiratorios durante el sueño que ascendiera el nivel de gravedad al escalón superior, por ejemplo pasar de no tener problemas respiratorios a tener un mínimo de ellos, se asoció con un aumento de 1,8 veces en las probabilidades de desarrollar depresión en comparación con la ausencia de cambios en el nivel de trastornos respiratorios. Según estos datos si alguien que en un periodo de cuatro años ha pasado de no tener trastornos respiratorios asociados al sueño a tener mínimos problemas en este sentido tiene hasta un 80 por ciento más de probabilidades de desarrollar depresión que aquellos que continúan sin sufrir este tipo de alteraciones. |