Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La energía del ultrasonido puede abrir brevemente una puerta hacia las células y permitir que los medicamentos y otros compuestos ingresen en ellas, señalaron investigadores estadounidenses en un estudio que podría conducir a mejorar la atención médica.
El ultrasonido produce el colapso violento de burbujas, lo que en algunos casos crea la suficiente fuerza como para abrir las membranas externas de las células, informó el equipo del Instituto de Tecnología de Georgia y la Emory University en Atlanta.
Los pequeños agujeros, que se cierran rápidamente, permiten el ingreso de moléculas de hasta 50 nanómetros de diámetro, tamaño superior al de la mayoría de los medicamentos orales, de muchas proteínas y similar al del ADN utilizado en terapia genética, indicaron los investigadores en la revista Ultrasound in Medicine and Biology.
"Las burbujas oscilan en el campo del ultrasonido y colapsan, provocando la liberación de una onda de choque", dijo Mark Prausnitz, profesor de la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular, quien ayudó a dirigir el estudio financiado por el gobierno estadounidense.
"El movimiento de fluidos asociado con la onda de choque resultante abre un hueco en la membrana de las células que permite a las moléculas externas ingresar", añadió Prausnitz. El especialista señaló además que el ultrasonido ya está siendo utilizado ampliamente para obtener imágenes del interior del organismo.
"Se puede dar un medicamento de quimioterapia localmente o en todo el cuerpo, y luego focalizar el ultrasonido sólo en las áreas donde existen los tumores", dijo Prausnitz.
"Eso incrementaría la permeabilidad celular y la absorción farmacológica sólo en las células a las cuales se apunta (con la terapia) y evitaría afectar las sanas", añadió el investigador.
El equipo dirigido por Prausnitz utilizó microscopios electrónicos de transmisión para observar lo que hacían las células con cáncer de próstata bajo los efectos del ultrasonido.
"Si podemos diseñar adecuadamente el impacto que el ultrasonido tiene sobre una célula, podemos crear un impacto que la célula pueda manejar", consideró Prausnitz.
"Queremos un impacto suficiente como para permitir el transporte hacia las células, pero no uno demasiado fuerte que pueda perjudicar la capacidad celular de reparar la lesión", concluyó el experto