Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

En "Annals of Internal Medicine" se publican los últimos resultados conseguidos por el estudio europeo Eurolive Project, iniciado en el año 2002 y que ahora demuestra que el contenido de polifenoles del aceite de oliva protege contra el riesgo cardiovascular. Este estudio, dirigido y coordinado por la Dra. M. Isabel Covas y su equipo del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) de barcelona, da un paso adelante comparando diferentes tipos de aceite de oliva y concluye que, de entre todos los aceites de oliva, el de oliva virgen aumenta esta protección cardiovascular gracias a su rico contenido en polifenoles. Estos polifenoles son sustancias de origen vegetal que consumimos a través de la dieta y que presentan importantes propiedades antioxidantes gracias al bloqueo de radicales libres.

La polémica sobre los efectos cardioprotectores del aceite de oliva no es nueva. A pesar que todos daban por sentado los efectos beneficiosos del aceite de oliva y la dieta mediterránea sobre las enfermedades asociadas al estrés oxidativo, hasta ahora no había evidencia científica suficiente para una recomendación de carácter poblacional sobre los beneficios del aceite de oliva virgen ante otros tipos de aceites, de oliva y aceites en general. Este estudio representa una pieza clave para estas recomendaciones y aporta información de gran repercusión para la comunidad, especialmente en poblaciones o países donde el aceite de oliva no forma parte habitual de la dieta.

Este trabajo forma parte de una serie de publicaciones fruto de los resultados obtenidos del estudio Eurolive, que tenía como objetivo evaluar los efectos beneficiosos del aceite de oliva sobre el daño oxidativo en humanos y poner fin al debate sobre el beneficio asociado al consumo de aceite de oliva virgen a través de resultados y evidencia científica. Publicación tras publicación, se han demostrado los beneficios de los polifenoles del aceite de oliva, así como los parámetros sobre los cuales actúan.

El estudio Eurolive se inició el año 2002 y finalizó el 2004. Han participado 200 voluntarios sanos de cinco países europeos: España, Dinamarca, Finlandia, Italia y Alemania. La dirección y coordinación de este estudio se ha realizado en el Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM), aunque los investigadores involucrados pertenecen a 7 centros de investigación europeos entre los que figura el Departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona (UB).

En el estudio se han administrado aceites de oliva con diferentes contenidos polifenólicos (bajo contenido, medio y alto) a los voluntarios en dosis similares e incluso inferiores a las consumidas diariamente en una dieta mediterránea tipo (25ml/día), durante períodos de 3 semanas. El contenido fenólico de los diferentes aceites era de 2.7mg por kg de aceite, 164mg/kg y 366mg/kg, respectivamente. El colesterol bueno (HDL) aumentó linealmente respecto a la dosis de polifenoles, es decir, a mayor concentración de polifenoles mayor HDL. Los Triglicéridos disminuyeron en todos los casos al administrar aceite de oliva y no sólo al administrar aceite con alto contenido fenólico. La proporción de colesterol total/HDL disminuyó en relación directa con el contenido polifenólico de los aceites. Finalmente, los marcadores de estrés oxidativo (oxidación de las LDL) también disminuyeron a mayor cantidad de polifenoles en el aceite de oliva. Este último parámetro es uno de los principales factores de riesgo para la aterosclerosis. El estudio concluye: que el efecto antioxidante de estos polifenoles es clave para la mejora del perfil lipídico (aumento de las HDL, disminución de los triglicéridos, disminución de la proporción de colesterol total/HDL y disminución de la oxidación de los lípidos).

Al margen de la ya conocida composición en grasas monoinsaturadas, vitamina E y beta-carotenos (antioxidantes del aceite de oliva), este estudio sitúa a los polifenoles contenidos mayoritariamente en el aceite de oliva virgen (tirosol, hidroxitirosol, oleuropeina, lignanos,…) como co- responsables de la reducción del riesgo cardiovascular asociada al consumo de aceite de oliva, por su efecto antioxidante del perfil lipídico. Así pues, el aceite de oliva virgen es el que mejor protege contra el daño oxidativo.

El daño o el estrés oxidativo es el desequilibrio entre los compuestos oxidantes y antioxidantes en el organismo. Los compuestos oxidantes, llamados "radicales libres" se compensan con los antioxidantes, y por eso tienen un papel fundamental aquellos que nos proporciona la dieta. Los polifenoles son sustancias de origen vegetal que están presentes en el aceite de oliva virgen. Su estructura química les confiere extraordinarias características antioxidantes, atrapando a los radicales libres. Estos radicales libres son sustancias que tienen un electrón no apareado que busca el equilibrio robando el electrón que le falta a otras sustancias y así oxidándolas. Si hay más compuestos oxidantes que antioxidantes (estrés oxidativo), estos contribuyen al desarrollo de enfermedades como el cáncer o la arteriosclerosis. La oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o llamado popularmente colesterol malo, es por ejemplo un primer paso en el desarrollo de aterosclerosis y enfermedad coronaria.

Esta información dará opciones a los consumidores a la hora de escoger sus hábitos nutricionales y el tipo de aceite que quieren consumir en función de su calidad, gusto, color y precio. El aceite de oliva no se debe tomar solo ni como medicina, sino como parte de las comidas, crudo para aliñar o añadir a una tostada, por ejemplo. En sí mismo no aumenta el peso de los consumidores si lo hacen a razón de 2-3 cucharadas (25ml)/ día. El contenido fenólico del aceite es un parámetro a tener en cuenta por parte del consumidor y el que mayor contenido nos aporta es el aceite de oliva virgen, por eso tiene un gusto más fuerte, un poco amargo y una tonalidad más verdosa que los aceites con bajo contenido fenólico.