Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos británicos postularon que un defecto genético que perturba la maduración de los pulmones podría ser una posible causa del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), señala un artículo publicado en la revista británica New Scientist (número 2 566, página 11).
David Drucker y colegas de la Universidad de Manchester hallaron a partir del análisis del genoma de 25 bebés que murieron por SMSL defectos en un gen que controla importantes factores de crecimiento para el desarrollo pulmonar. Asimismo, otro gen, que interviene en la lucha contra inflamaciones, estaba modificado en esos bebés.
Drucker sostiene que la combinación de una restringida función pulmonar y un sistema inmune debilitado eleva el riesgo de SMSL en los niños.
En estudios previos se había hallado otro gen con un factor de crecimiento anormal en víctimas de SMSL.
"Ahora tenemos en total tres genes que tienen una relación estrecha con el SMSL. Ellos podrían ser la causa por la cual los bebés tienen dificultad de combatir infecciones en una fase con una inmunidad reducida", señaló Drucker.
En la mayoría de los casos de SMSL, los bebés mueren entre el segundo y cuarto mes de vida, cuando se reduce la inmunidad conferida por la madre y el propio sistema inmune aún se está formando, simplemente porque dejan de respirar cuando están durmiendo.
Drucker estima que el riesgo de SMSL en bebés que tienen los tres defectos genéticos es 14 veces mayor que en un lactante que no los tiene. Si además se añaden otros factores de riesgo como el humo de tabaco o una posición incorrecta para dormir, el peligro es aún mayor.
El director de la Fundación para la Investigación del Síndrome de Muerte Súbita, George Haycock, calificó de "muy interesantes" los resultados de Drucker, que fueron publicados en la revista científica Human Immunology (volumen 67, página 627).
"Pero un desencadenante del ambiente se agrega en todos los casos", subrayó Haycock.
En general, para reducir los riesgos de SMSL, se recomienda amamantar a los bebés, mantener libre de humo de cigarrillo el ambiente en el que se encuentran y hacerlos dormir sobre un colchón duro, acostados de espalda y no demasiado abrigados.