Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las personas mayores de 50 años que sean obesas, aunque no tenga patología crónica ni hayan fumado nunca, tienen 2-3 veces mayor riesgo de morir en la siguiente década de su vida que las personas de la misma edad en normopeso. Esta es la conclusión principal de un estudio del National Cancer Institute de Bethesda (Estados Unidos), que también indica que las personas con sobrepeso presentan, asimismo, un mayor riesgo.

En este trabajo, publicado en "The New England Journal of Medicine", los investigadores revisaron los datos a 10 años de una cohorte de más de 520.000 personas del estudio NIH-AARP Diet and Health, todas ellas entre 50 y 71 años en el momento basal en 1995 o 1996. A finales de 2005 habían muerto 61.000. Hubo una relación en forma de "U" entre el índice de masa corporal (IMC) y la mortalidad, con el mayor riesgo en las categorías más altas y más bajas de IMC. Se consideró por debajo del peso a las personas con un IMC inferior a 18,5, normopeso entre 18,5 y 24,9, sobrepeso de 25 a 29,9 y obesidad por encima de esta cifra.

Tras excluir a las personas con enfermedad preexistente, la asociación pasó a ser en forma de "J" a los 50 años, con un riesgo incrementado para las personas con sobrepeso u obesas. Además, tras excluir a los que nunca habían fumado, el riesgo de muerte fue incluso mayor en las personas con un peso por encima del normal. En las personas con sobrepeso, pero no obesas, que nunca habían fumado y estaban sanas el riesgo fue un 20-40% superior que las que presentaban normopeso.

Para los autores, los procesos fisiopatológicos que probablemente influyen en la conexión entre IMC y riesgo de muerte incluyen la resistencia a la insulina, trastornos lipídicos, alteraciones hormonales e inflamación crónica.

New England Journal of Medicine 2006;763-778