Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Especialistas reunidos en el día de ayer en Madrid en el marco de la última jornada del X Congreso Internacional de Alzheimer señalaron que el tiempo transcurrido en los pacientes europeos entre la aparición de los primeros síntomas del Alzheimer (pérdida de memoria, dificultades para realizar tareas habituales, problemas de expresión, desorientación temporo-espacial, cambios en el comportamiento y en la personalidad, etc) y el diagnóstico efectivo de la enfermedad se establece en 20 meses. En consecuencia, y según apuntaron los Dres. Bengt Winblad, del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y Howard Feldman, neurólogo de la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá) incidieron en, por una parte, la necesidad de que los médicos de familia y los cuidadores estén alertas ante la posible aparición de la sintomatología y, por otra, en las ventajas que supone un diagnóstico y un tratamiento precoz. Durante el simposio, denominado, 'El Alzheimer 100 años después: Cómo afrontar los retos de una enfermedad progresiva', el doctor Winblad recordó que este año se cumple un centenario del descubrimiento de la enfermedad por el médico alemán Alois Alzheimer y que, desde entonces, se han producido grandes avances en el conocimiento y tratamiento de este trastorno neurodegenerativo que afecta las funciones congnitivas, conductuales y motoras. Así, tanto Winblad como Feldman destacaron que los fármacos actualmente en uso no curan la enfermedad sino que sólo actúan a nivel de la sintomatología, por lo que "la estabilización o ralentización del declive cognitivo y motor debe ser vista como un resultado exitoso". Asimismo, los especialistas analizaron la situación de algunos ensayos clínicos en fase inicial de los que, se espera, contribuyan a producir alguna modificación de la enfermedad. Entre los mismos, Feldman mencionó los realizados en modelos animales que sugieren la posibilidad de desarrollar una vacuna que ataque a la proteína amiloide, encontrada en el cerebro de las personas que padecen Alzheimer. Sin embargo, aclaró, transcurrirá mucho tiempo hasta conocer el resultado de estas investigaciones. Por su parte, Winblad hizo referencia a la importancia de la administración de un tratamiento farmacológico para retrasar la progresión de la enfermedad y, consecuentemente, ofrecer mayor calidad de vida al paciente al permitirle permanecer en su hogar por más tiempo. Según un estudio citado por este especialista, el 80% de los pacientes medicados con fármacos inhibidores de la acetilcolinesterasa estaban en condiciones de permanecer en sus hogares tras 72 meses de tratamiento; por el contrario, la mayoría de los pacientes en placebo necesitó, al cabo de ese tiempo, ser trasladado a una residencia de cuidades especiales. |