Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Una técnica que cristaliza proteínas a partir de la concha de langosta, nombradas bioglass, fue creada por un equipo científico que considera este hallazgo trascedente para la elaboración de nuevos fármacos. Los especialistas, del Colegio Imperial de Londres y la Universidad de Surrey, sometieron a análisis diferentes sustancias a las que llaman nucleares, cuya función es capturar proteínas moleculares y facilitar su cristalización. Las proteínas son una suerte de motores del organismo humano, de ahí la importancia de estudiar su estructura y funcionamiento, lo que se facilita por su capacidad de cristalizar de forma tridimensional. Con el apoyo de la tradicional técnica de los rayos X, se puede realizar el estudio de sus estructuras y conocer a profundidad conexiones moleculares propias de la biología humana. El hollín y la crin de caballo figuran entre las sustancias estudiadas, pero con estas no se obtuvieron resultados favorables. Sin embargo, a partir de la concha de langosta se obtuvo la proteína bioglass, que puede servir de base al crecimiento de células madre. A partir de la captura de las primeras dos o tres moléculas, se van adhiriendo otras y se forma un entramado de cristal, que en el caso del bioglass sirve como nucleante de gran cantidad de proteínas. La profesora Nadia Chayen, al frente del estudio, explicó que por primera vez se logra un nucleante que funcione con un gran número de materiales, pero tal vez -advirtió- se deba esperar 10 años para poder aplicar estos resultados a la práctica. |