Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Una presión sanguínea relativamente elevada durante la noche podría aumentar el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva, según un estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia) que se publica en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

Una vez que se ha diagnosticado, los pacientes tienen una entre tres posibilidades de morir en un año y dos de tres posibilidades de que su muerte se produzca en cinco años. La tasa de mortalidad asociada con esta afección sugiera la de la mayoría de cánceres, aunque informes recientes sugieren una mejoría en el pronóstico.

Los científicos analizaron las características de la presión sanguínea de 951 hombres de edad avanzada sin insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad valvular e hipertrofia ventricular izquierda entre 1990 y 1995. Los participantes fueron seguidos hasta el final del año 2002. Se controló la presión sanguínea durante 24 horas a nivel ambulatorio y las variables de estas medidas fueron analizadas como predictores de insuficiencia cardiaca congestiva posterior.

Setenta hombres desarrollaron insuficiencia cardiaca congestiva durante el seguimiento. En análisis ajustados al tratamiento antihipertensivo y los factores de riesgo establecidos para insuficiencia cardiaca congestiva (ataque cardiaco, diabetes, tabaquismo, índice de masa corporal y nivel de colesterol en suero), un aumento de 9 mm/Hg en la presión sanguínea diastólica ambulatoria durante las horas de sueño y la presencia de presión sanguínea no descendente, la presión que es al menos tan alta durante la noche como durante el día, estuvo asociado con un mayor riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva.

La presión sanguínea diastólica ambulatoria tomada durante las horas de sueño y la ausencia de descenso fueron predictores significativos de insuficiencia cardiaca congestiva después de la exclusión de todos los participantes que tuvieron un ataque cardiaco antes del registro inicial o durante el seguimiento.

Además, un patrón de presión sanguínea nocturna no descendente aumentó el riesgo de fallo cardiaco congestivo. Esto indica que los patrones nocturnos de presión sanguínea podrían ser importantes en el desarrollo de insuficiencia cardiaca congestiva y que una medida convencional de la presión sanguínea no registra el mayor riesgo que supone una mayor presión sanguínea nocturna.