Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La suave música del arpa podría contribuir a aliviar el dolor de los pacientes con cáncer en sus sesiones de quimioterapia, según los resultados de una iniciativa de la que se hizo hoy eco la prensa local. Un centro que atiende a enfermos oncológicos en Cardiff, capital de Gales, Gran Bretaña, contrató los servicios de una experimentada arpista para tocar mientras duran los tratamientos de quimioterapia.

Los especialistas del Velindre Cancer Centre esperan que la arpaterapia contribuya a mejorar la recuperación de las personas con esa enfermedad. Para comprobar el efecto de ese tipo de tratamiento contra el malestar físico y el estrés, la institución realizará una encuesta antes y después de las sesiones.

La arpaterapia sólo debe ejecutarse por instrumentistas con entrenamiento para ello, según la arpista Bethan Hughes, citada por el servicio de noticias británico BBC.

"Como músicos estamos acostumbrados a recibir un entrenamiento clásico, pero con la arpaterapia nos preparamos en muchos aspectos, entre ellos los tonos de resonancia, el lado físico y médico de las cuerdas y los niveles de vibración del arpa", explicó.

Algunos estudios sugieren que la música puede ayudar a estabilizar el ritmo cardiaco y la presión arterial.