Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

En pacientes con diabetes tipo 1, una terapia intensiva dirigida a controlar de manera estricta los niveles de glucosa en sangre se asocia a sustanciales beneficios a largo plazo en relación con su salud cardiovascular.



Esta es la conclusión de un estudio publicado en el último número de "The New England Journal of Medicine". Se trata del Diabetes Control and Complication Trial (DCCT), en el que participaron 1.441 pacientes diabéticos tipo 1.



Según el investigador David Nathan, la terapia intensiva para el control de la glucosa ha sido aceptada en todo el mundo desde que el DCCT demostró que reduce hasta en un 76% el desarrollo de problemas oftalmológicos, nerviosos y renales.



El seguimiento del estudio muestra ahora el beneficio de la terapia frente a la cardiopatía isquémica y el ictus, principales causas de mortalidad entre los diabéticos.



Los pacientes incluidos recibieron una terapia intensiva o una terapia convencional durante una media de 6,5 años (entre 1983 y 1993). La mayoría de participantes fueron seguidos hasta comienzos de 2005.



Durante el seguimiento medio de 17 años se registraron 46 episodios cardiovasculares en 31 pacientes del grupo que recibió la terapia intensiva, en comparación con 98 episodios en 52 pacientes tratados con terapia convencional. Con estos datos, se muestra que la terapia intensiva redujo el riesgo de cualquier episodio cardiovascular en un 42%; el riesgo combinado de infarto de miocardio no mortal, ictus o muerte cardiovascular lo disminuyó en un 57%.



Los autores añaden que esta terapia intensiva debería iniciarse cuanto antes.



New England Journal of Medicine 2005;353:2643-2653