Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de la McMaster University de Canadá y de la Penn State University de Estados Unidos han secuenciado el genoma del mamut a partir de muestras óseas congeladas halladas en Siberia. En el proyecto han participado paleontólogos del Museo Americano de Historia Natural de Estados Unidos, así como investigadores de Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania.



La investigación, publicada en la edición electrónica de "Science" coincide con otro artículo relacionado que aparece esta semana en "Nature".



El mamut se extinguió hace unos 10.000 años y su genoma permite compararlo genéticamente con los actuales elefantes africanos y asiáticos, no sólo sus secuencias mitocondriales sino también su genoma nuclear.



Hasta la fecha, el único método de estudiar el ADN antiguo era el análisis del ADN mitocondrial, que representa una ínfima parte del código genético en el caso de un mamífero.



La elección del mamut como animal extinguido para secuenciar su genoma ha sido posible en parte por su estrecha relación evolutiva con el elefante africano, cuyo genoma ya ha sido secuenciado por un equipo del Broad Intitute de Cambridge (Estados Unidos) y hecho público. Haciendo comparaciones con un genoma y otro, los científicos han identificado 13 millones de pares de bases de ADN nuclear del mamut. Su genoma es idéntico en un 98,5% con el del elefante africano.



Los restos utilizados para secuenciar el genoma del mamut tienen 28.000 años de antigüedad y estuvo congelado 10.000 años antes de la última glaciación.



La investigación indica también que cualquier organismo atrapado en un ambiente congelado hasta de un millón de años de antigüedad puede constituir un libro abierto para los científicos.