Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El oncogén EZH2 induce la inactivación de genes protectores frente al cáncer, según se desprende de un artículo publicado por la revista "Nature" que recoge los resultados de un trabajo colaborativo del Grupo de Epigenética que lidera Manel Esteller en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el laboratorio de Virología Molecular que dirige François Fuks en la Universidad Libre de Bruselas.



En este sentido, Esteller destacó que "es la primera vez que se demuestra la conexión entre un factor oncogénico y un factor epigenético como causa de aparición del cáncer".



Así, en su trabajo los investigadores demuestran cómo la proteína EZH2 actúa a modo de imán para atraer de forma maligna una metilación del ADN excesiva, que a su vez inactiva la expresión de genes "que en condiciones normales evitan el nacimiento de los tumores y que, por tanto, actúan como protectores frente al cáncer".



Según informó el CNIO, el oncogén EZH2 "es el primer ejemplo conocido de una proteína con capacidad de transformar una célula normal en otra tumoral pero con actividad exclusivamente epigenética: la de metilar las histonas, unas proteínas que regulan la actividad del ADN y que están alteradas en los tumores".



Para el científico español, el hallazgo "demuestra lo esencial que es la epigenética en el cáncer", ya que "la activación de EZH2 induce cambios epigenéticos posteriores que estimulan aun más la progresión del tumor, al desactivar genes supresores tumorales mediante la metilación de su ADN".



El CNIO indica que las implicaciones de este hallazgo se refieren tanto a la mejor comprensión de los mecanismos moleculares por los que se genera el cáncer como al desarrollo a medio plazo de tratamientos más eficaces.



Nature 2005;doi:10.1038/nature04431