Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) han descubierto que los niños autistas tienen una menor activación cerebral en un área en el que se encuentran las llamadas neuronas espejo. Estas neuronas permiten comprender el estado de ánimo de otras personas. Las conclusiones del estudio se publican en la edición digital de la revista Nature Neuroscience.



Según los científicos, las neuronas espejo se disparan cuando una persona observa a alguien llevando a cabo una acción y cuando dicha persona realiza tal acción, lo que sugiere que la actividad de estas neuronas podría ser responsable de la comprensión del estado de ánimo de los demás, algo fundamental para la comunicación social.



Los investigadores estudiaron los patrones de actividad cerebral de niños con autismo cuando los niños imitaban gestos faciales u observaban los gestos de forma pasiva. Descubrieron que los niños autistas tenían una menor activación en un área del cerebro con neuronas espejo, la porción opercular del giro frontal inferior, tanto cuando observaban como cuando imitaban los gestos faciales.



Según los resultados, el grado de activación de las neuronas espejo correlacionaba con las medidas de déficit social y mostraban que a menor activación mayor déficit.