Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El vicepresidente de la Federación Mundial del Corazón, Philip Poole-Wilson, estima que en el año 2050 habrá más de 350 millones de personas en el mundo con riesgo cardiovascular elevado, el doble que en la actualidad.



Durante un seminario de prensa celebrado en Colonia (Alemania), el Prof. Poole-Wilson destacó que la enfermedad cardiovascular no sólo sigue siendo la principal causa de muerte en todo el mundo, sino que el aumento de los factores de riesgo y la elevación de la esperanza de vida de los pacientes reforzará aún más el impacto negativo de estas enfermedades en el ser humano los próximos años.



A este respecto, explicó que para poder asumir este reto hay que concienciar al ciudadano de que tiene que responsabilizarse en la prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular, informa la compañía Bayer en un comunicado.



Así, el Dr. Stephen MacMahon, de la Universidad de Sydney (Australia), indicó que la mayor parte de los pacientes de riesgo cardiovascular elevado no reciben ningún tipo de terapia preventiva o tan sólo son sometidos a "tratamientos subóptimos".



Según los expertos, las consecuencias de esta epidemia cardiovascular incontrolada, que se une a la de la diabetes, pueden ser "devastadoras", ya que el gasto derivado de estas enfermedades puede "deteriorar la economía mundial y aumentar la pobreza", apuntó el Dr. MacMahon.



Por ello, insistió en que un abordaje multifactorial de los principales factores de riesgo modificables puede suponer un descenso de hasta un 65% en el riesgo de aparición de un ataque cardíaco o una enfermedad cerebrovascular. De esta manera, una intensa reducción de la presión arterial disminuye el riesgo en un 30%; una terapia que reduzca eficazmente las cifras de colesterol, en otro 30%; y un adecuado tratamiento con ácido acetilsalicílico a dosis bajas, induce una disminución del 25%.