Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El uso de clopidogrel junto con ácido acetil salicílico en el tratamiento de emergencia de los infartos de miocardio reduce la mortalidad y los nuevos episodios cardiovasculares, como ataques e ictus, según un estudio de la Universidad de Oxford que se publica en la revista The Lancet.



Según los científicos, el tratamiento debería ser de rutina, ya que podría reducir la mortalidad en el hospital de una gran variedad de pacientes. Los expertos explican que aproximadamente 10 millones de personas tienen ataques al corazón cada año en todo el mundo. Aunque se han producido mejoras en la terapia de urgencia, los riesgos de muerte precoz y ataques al corazón repetidos siguen siendo altos.



Estudios previos han demostrado que el clopidogrel aumenta los beneficios del ácido acetil salicílico en los síndromes coronarios graves sin elevación del segmento ST. Sin embargo, el efecto del clopidogrel en pacientes de ataque al corazón con elevación ST ha sido poco claro hasta ahora.



Los científicos reclutaron a unos 45.800 pacientes durante su admisión con infarto de miocardio en 1.250 hospitales de China. Asignaron aleatoriamente a los pacientes a 75 mg de clopidogrel diariamente o placebo, además de a tomar ácido acetil salicílico de forma diaria (así como otros tratamientos estándar) hasta que fueron dados de baja o habían pasado hasta 4 semanas en el hospital.



El 93 por ciento de los pacientes mostraba elevación del segmento ST y el 7 por ciento mostró depresión del segmento ST. Los investigadores descubrieron que el clopidogrel redujo el riesgo de mortalidad, nuevos ataques al corazón e ictus un 9 por ciento cuándo se comparó con el placebo, y condujo a una disminución del 7 por ciento sólo en la reducción de mortalidad.



También se descubrió que los pacientes que tomaron clopidogrel tuvieron una reducción del 14 por ciento en nuevos ataques al corazón durante el período de tratamiento. Los resultados también demuestran que el tratamiento es seguro, sin aumento aparente de las hemorragias graves.



Según Zhengming Chen, autor principal del estudio, si la terapia inicial de clopidogrel se proporcionara en el hospital sólo a un millón de los 10 millones de pacientes que sufren un ataque al corazón cada año, sobre las evidencias presentes, se impedirían aproximadamente 5.000 muertes y 5.000 ictus y nuevos infartos.