Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un trabajo que aparecerá en el número de diciembre de "Stroke" indica que el aumento de partículas contaminantes en el aire se asocia a un incremento del número de ictus isquémicos, aunque no con hemorrágicos.



Algunas investigaciones han mostrado una relación entre la contaminación ambiental y el riesgo cardiovascular global, pero el riesgo específico de ictus no había sido tan estudiado como hasta ahora.



Los autores, del Beth Israel Deaconess Medical Center (Estados Unidos), evaluaron la relación en nueve ciudades, sobre una muestra de 155.503 ictus isquémicos tratados en hospitales entre 1986 y 1999.