Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

.- Los científicos encargados de investigar el origen de la neumonía atípica anunciaron que han identificado el virus que causa esta letal enfermedad respiratoria y que se ha extendido por todo el mundo.



La nueva cepa de coronavirus, un pariente de los muchos virus que causan el resfriado común es, como se sospechaba, nuevo para los humanos, informaron dos equipos de investigación en el New England Journal of Medicine.



El hallazgo supone que los médicos podrán concentrarse a partir de ahora en el desarrollo de una prueba simple para detectar el virus que les dirá de inmediato si un paciente tiene el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).



Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de EEUU cuentan con tres pruebas, pero dicen que no sirven para el uso cotidiano. En uno de los estudios presentados el jueves, Larry Anderson de los CDC y sus colegas realizaron pruebas en muestras obtenidas de pacientes en seis países con SRAS.



"Diecinueve pacientes con el SRAS han sido identificados como infectados con el nuevo coronavirus. Todos tienen vínculos directos o indirectos con el brote del SRAS en Hong Kong y la provincia de Guangdong, en China", dijeron los investigadores en su informe.



"Un coronavirus con secuencias (genéticas) idénticas también se ha detectado en un paciente con el SRAS en Canada". Los científicos dijeron que el virus debe tomar el nombre de Carlo Urbani, el médico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que murió el mes pasado a causa de este mal, después de tratar a uno de los primeros pacientes infectados con el virus en Vietnam.



El SRAS se caracteriza por causar fiebre alta, tos seca y otros síntomas similares a la influenza pero evoluciona a neumonía. A algunos pacientes se les tiene que colocar en respiradores para ayudar a su función pulmonar. Cerca de un 4% de los pacientes con SRAS mueren.



El SRAS, que se ha extendido en el mundo por viajeros, ha matado a casi 110 personas e infectado a mas de 3.000. Sin embargo, las autoridades en Estados Unidos y otros países creen que la infección ya está bajo control. En China, Hong Kong y Singapur, las áreas más fuertemente afectadas por el virus, el cuadro es más claro.