Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Los individuos obesos de mediana edad tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia y enfermedad de Alzheimer durante la tercera edad en comparación con aquellos que mantienen un peso normal, según un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) que se publica en la edición digital de 'Archives of Neurology'. Los expertos explican que la obesidad está aumentando en todo el mundo y que está asociada a enfermedades cardiovasculares, que a su vez podrían guardar relación con la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Los científicos volvieron a examinar a participantes de un estudio sobre factores de riesgo cardiovascular, envejecimiento y demencia para investigar la relación entre el índice de masa corporal (IMC) durante la mediana edad y un grupo de factores de riesgo vasculares con la posterior demencia y enfermedad de Alzheimer. Los participantes del estudio habían participado en él durante los años 1972, 1977, 1982 o 1987. Después de un seguimiento medio de 21 años, 1.448 individuos de entre 60 y 79 años volvieron a ser examinados durante el estudio actual. Los investigadores descubrieron que la demencia y la enfermedad de Alzheimer eran más frecuentes entre aquellos con un mayor IMC durante la mediana edad. Una tercera parte de los participantes tuvieron un IMC menor de 25 (peso normal), la mitad un IMC entre 25 y 30 (sobrepeso) y el 16 por ciento restante tenía un IMC superior a 30 (obesidad) durante su mediana edad. Aquellos con mayor IMC también mostraban antecedentes de ataque cardiaco y diabetes con más frecuencia. Según los científicos, un total de 61 participantes fueron diagnosticados con demencia y 48 de ellos cumplían con los criterios diagnósticos de enfermedad de Alzheimer. La obesidad en la mediana edad, la presión sanguínea diastólica elevada y los niveles altos de colesterol total fueron todos factores de riesgo significativos para la demencia en los años posteriores. Tener sobrepeso durante estos años no se asoció de forma significativa con la demencia posterior. Según los autores, el estudio muestra que la obesidad en la madurez podría aumentar el riesgo de demencia y de enfermedad de Alzheimer. La obesidad en la mediana edad, la hipertensión y la hipercolesterolemia fueron todos factores de riesgo de demencia, cada uno de ellos aumentando el riesgo sobre unas dos veces. Los científicos señalan que el conjunto de estos factores de riesgo vasculares aumentaron el riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer de una forma aditiva de tal manera que las personas con los tres factores de riesgo tuvieron alrededor de seis veces más riesgo de demencia que las personas que no tenía ninguno de tales factores. |