Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Un caso de cáncer de mama tratado con radioterapia y administración de calor por microondas a 42 grados resultó curado con éxito por especialistas de la Universidad de Duke (Estados Unidos), que trabajan en el conocimiento de la eficacia de la hipertermia como coadyuvante en el tratamiento oncológico. Los científicos han considerado que el simple calor podría mejorar la efectividad de algunas terapias contra el cáncer. Sin embargo, no habían resuelto cuánto calor era necesario ni qué tipos de cáncer podían ser tratados así. "Necesitamos seguir investigando esto", dijo la doctora Ellen Jones, de la Universidad de Duke, quien publicó recientemente una investigación, la cual mostraba que el calor ayudó significativamente al paciente. Jones realiza un estudio amplio para probar también los efectos del calor en la terapia del cáncer cervicouterino. La hipertermia involucra un aumento gradual en la temperatura del tejido canceroso, a entre 40 y 45 grados. Ello es insuficiente para quemar el pecho, pero se asemeja a una alta fiebre en esa parte del cuerpo. Hay distintos métodos: la emisión de microondas o ultrasonido a los tumores cerca de la epidermis, la inserción de sondas que irradian ondas de radio al tumor o el órgano afectado, o el uso de una máquina, generadora de calor, para elevar la temperatura de todo el cuerpo. Hay un dilema; algunos estudios han detectado que el exceso de calor puede ayudar a ciertos pacientes con cáncer cervicouterino, de mama, cabeza, cuello o melanoma. Sin embargo, otros padecimientos no parecen mejorar con la terapia. Jones, oncóloga especializada en radioterapia, considera que el problema está en elevar lo suficiente y por el tiempo necesario la temperatura de un tumor. "El organismo no desea ser calentado, y combate el proceso de emisión de calor", coincidió William Straube, físico de la Universidad de Washington en San Luis, que al igual que Duke, tiene un programa de investigación sobre la hipertermia para combatir el cáncer. |