Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Líderes latinoamericanos pidieron el jueves que se ponga en marcha una "alianza global" contra la pobreza que ayude a las economías en desarrollo, como las de esa región, a combatir el problema. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó en las Naciones Unidas asistencia para los países en vías de desarrollo que no tienen los recursos necesarios para luchar contra la pobreza.

Lula, que participó en la segunda sesión de la Cumbre Mundial, que reúne en la ONU a 170 jefes de estado y de gobierno, expresó su preocupación por la situación de los pobres en Latinoamérica, una de las regiones del mundo con mayores desigualdades y donde no todos los gobiernos disponen de recursos para combatirla.

Los líderes de la región, al igual que el resto del mundo, se comprometieron en el 2000 a que en quince años cumplirían los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) que prevén reducir la pobreza a la mitad en esa fecha. Sin embargo, cinco años después esos objetivos están lejos de ser alcanzados y durante esta cumbre los líderes propusieron aumentar en 50 000 millones de dólares los recursos necesarios para cumplirlos, sin que todavía se sepa cómo se conseguirán esos fondos.

"Los recursos disponibles para luchar contra la pobreza y el hambre deben ser ampliados de manera significativa. Necesitamos proveer a los países pobres de nuevas oportunidades para el desarrollo", indicó Lula.

Consideró también que "si los países desarrollados asumen esta visión estratégica, se darán cuenta de que esta nueva actitud y este esfuerzo adicional no sólo es justo, sino absolutamente necesario". Para el mandatario brasileño, en caso contrario, "la paz y la seguridad internacional seguirá siendo un espejismo". Aseguró que todas las naciones, ricas y pobres, deben asumir sus responsabilidades en materia de progreso y desarrollo, como ha hecho Brasil, que ha adoptado los Objetivos del Milenio como guía para su política interna.

Por su parte, el presidente de Chile, Ricardo Lagos, subrayó en su intervención que para materializar la agenda de desarrollo contenida en las reformas aprobadas se requiere de una "alianza global". Pero también expresó frustración por los escasos avances logrados con esas reformas de la ONU al llegar a su 60 aniversario, aunque admitió que los acuerdos alcanzados son un punto de partida. "Chile concurre a esta reunión plenaria con una mirada de esperanza pero también de frustración. Seamos claros: no hemos avanzado lo que esperábamos lograr cuando nuestra organización cumpliera sus sesenta años", afirmó Lagos. Consideró que el documento final de la Cumbre Mundial de la ONU, acordado con "gran esfuerzo" pocas horas antes de su inauguración, "debe de ser visto con interés y satisfacción".

El mismo secretario general de la ONU, Kofi Annan, se ha visto obligado a admitir que el texto final, que debió ser aprobado el viernes, y que contiene el resultado de unas difíciles negociaciones, está por debajo de las ambicionas perspectivas iniciales. Lagos insistió en la necesidad de impulsar una reforma integral del organismo internacional centrada en la seguridad, derechos humanos y el desarrollo, y afirmó que "para Chile el multilateralismo no es una mera categoría conceptual o un eslogan, sino una necesidad política".

Otro de los líderes latinoamericanos que participó en los debates fue el presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, quien aseguró que en sus primeros cuatro meses de gobierno ya ha incorporado los ODM a sus políticas para crear más empleo. Informó, además, de que su gobierno ha organizado cuatro áreas desde las que dará "cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que son salud, seguridad social, educación y productividad". En la misma línea que sus colegas de Brasil y Chile, señaló que "la inversión social y el desarrollo humano son posibles desde políticas permanentes y una voluntad colectiva que garantice la distribución progresiva de un ingreso y de un adecuado uso presupuestario".