Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La tensión acumulada en el subsuelo del norte de Chile hace prever que en esa zona ocurrirá un gran terremoto que provocará, a su vez, un tsunami, advirtió el prestigioso sismólogo de la Universidad de Chile, Armando Cisternas.

El académico del departamento de Sismología de la Facultad de Geofísica de la Universidad de Chile dijo a Notimex: "no sabemos cuándo será el terremoto, si en cinco o diez años, o mañana, pero sabemos que será grande".

Explicó que en la costa de la norteña región de Tarapacá, la Placa de Nazca -que va desde la ribera continental chilena hasta Isla de Pascua y tiene un ancho de cuatro mil kilómetros- se ha desplazado unos 12 metros bajo la Placa Continental Sudamericana.

El físico, que colabora también con la Universidad Pasteur de Estrasburgo, Francia, indicó que cada año la Placa de Nazca avanza unos 10 centímetros en lo que se denomina la "fosa", que es el punto de contacto con la Continental.

01CEl terremoto se producirá por el hecho de que "las dos placas, al no producirse un avance continuo, chocan, se friccionan y tienden a deformarse, y la Placa Continental comienza a curvarse, acumulando tensión, y al despegarse, se produce el sismo01D, sostuvo Cisternas.

El experto, con un posgrado en Sismología en el prestigiado Instituto Tecnológico de California, dijo que por la magnitud de la ruptura y la tensión acumulada, el sismo "será con toda seguridad un cataclismo de por lo menos nueve grados en la escala de Mercalli".

La escala de Mercalli mide la intensidad de un sismo en virtud de sus efectos estructurales y entre la población, y de acuerdo con expertos, el grado IX implica daños estructurales serios, derrumbes, rotura de tuberías subterráneas y agrietamiento del terreno.

"El terremoto vendrá acompañado de un gigantesco tsunami, ya que al avanzar bruscamente la Placa Continental sobre la masa oceánica, empujará hacia arriba una columna de seis kilómetros de agua, formando una ola que será el comienzo del maremoto", aseveró.

El sismólogo, quien recibió en 1999 la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile por su labor académica, dijo que "se trata de una energía enorme: seis kilómetros de agua en movimiento a lo largo del sector de ruptura", que podría ser de 500 kilómetros de longitud.

A juicio del catedrático universitario, la irrupción de esa ola sobre la costa, que por efecto de su estructura no pierde su forma y mantiene su energía destructora, "será simplemente brutal".

Cisternas explicó que hace pública su advertencia porque ha constatado que en las ciudades y localidades costeras del norte chileno, donde se "acuna" este terremoto, no se han adoptado las medidas de prevención y emergencia adecuadas.

Mencionó, por ejemplo, que en la ciudad de Iquique -1 853 kilómetros al norte de Santiago-, el edificio de la Intendencia (gobierno regional) está en el área de segura inundación en caso de producirse un tsunami.

Incluso el Hospital de Campaña de esa localidad, destinado a enfrentar las emergencias de este tipo, se encuentra a un costado de la Intendencia y casi a la orilla del mar, por lo que sería el primer blanco de la gigantesca ola, añadió el sismólogo.

Cisternas, por este motivo, llamó a las autoridades y a la ciudadanía a "tomar en serio" la amenaza sísmica, así como a adoptar medidas de prevención y defensa civil (evacuación, atención sanitaria, reconstrucción) ante la posible emergencia.

Pese al temor que generan los sismos de gran magnitud en la población, el experto explicó que los movimientos telúricos son necesarios para generar las condiciones para la vida en el planeta.

"Si no hubiera terremotos, las placas estarían detenidas y el planeta estaría muerto. Sería como el planeta Marte, que estuvo vivo en un momento y que ahora está muerto", agregó.

"La Tierra sigue viva y ello es posible gracias a su calor interno, que es tal, que las placas se mueven, se forman los volcanes, ingresa oxígeno, nitrógeno, vapor de agua a través de ellos, y esto es posible gracias a los terremotos", abundó.

Concluyó que con el movimiento de las placas "se forman la atmósfera, los océanos y sin esto nosotros no estaríamos vivos acá. Entonces se trata de condiciones absolutamente necesarias para la vida. Gracias a los terremotos nosotros tenemos vida" en el planeta.