Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El Gobierno británico está estudiando un nuevo plan que se basa en obligar a las personas obesas y fumadoras a firmar un contrato en el que se comprometan a llevar un estilo de vida saludable. Si incumplen su compromiso, la sanidad pública dejaría de proporcionarles asistencia, según asegura el diario "The Times".



Esta propuesta puede formar parte del manifiesto laborista que se presentará para las próximas elecciones generales, y según indica el citado periódico, quieren presionar a los ciudadanos para que el sistema de seguridad británico no tenga que hacer frente a las innumerables enfermedades resultantes de la obesidad o del consumo de tabaco.



Según esta iniciativa, es lógico ofrecer tratamiento gratuito, pero es lógico obtener también a cambio las garantías de que se está siguiendo el tratamiento adecuado y que se están siguiendo las instrucciones indicadas por los médicos, tanto de tipo nutricional como para superar adicciones.



Este documento propone señalar que pensar en el sistema de seguridad social como un servicio gratuito para siempre debe cambiar, ya que "hay que recordar a los pacientes el concepto de que la seguridad social tiene unos límites y es responsabilidad del paciente usar este servicio de una forma sensible y responsable".



Un portavoz del partido laborista señaló que este tipo de acuerdo no atará legalmente de pies y manos a los pacientes. "Tendrá el formato de un acuerdo común de intenciones mutuas", explicó.



Estos planes provocaron ya el malestar de distintas organizaciones, como la Asociación de Pacientes Británica. Su presidenta, Claire Rayner, describió esta propuesta como "una política repugnante" y explicó que la considera discriminatoria.