Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Muchos son los beneficios que se atribuyen a la soya, esa conocida leguminosa presente en muchos alimentos, pero expertos británicos advierten que el consumo de este frijol durante la ovulación puede afectar la fertilidad. Un reciente estudio realizado en humanos por científicos del Kings College de Londres, muestra que un componente encontrado en la soya, la genisteína, acelera la reacción química que permite al espermatozoide fertilizar al huevo.

Además demora el desplazamiento de los espermatozoides hacia el óvulo, disminuyendo la probabilidad de fecundación. Aunque aún no se ha determinado la cantidad de soya necesaria para dañar la fertilidad en las mujeres, los científicos recomendaron evitar los productos ricos en este ingrediente cuando se desee tener un bebé.

La soya fue introducida por primera vez en Europa en el año de 1712, por el botánico alemán E. Kaempfer y no fue hasta 1804 cuando se hace mención del primer cultivo de soya en América.

Actualmente y gracias a la difusión de organismos como la Asociación Americana de la Soya, y de varias investigaciones que destacan sus beneficios para la salud, se utiliza esta noble leguminosa en la dieta de gran cantidad de países. Considerado un alimento de gran valor nutricional, contiene entre un 38 y 40% de proteína, alrededor de un 18% de grasas, en su mayoría polinsaturadas y por su origen vegetal, no contiene colesterol. Además provee al organismo de la mayoría de los aminoácidos indispensables para el metabolismo y es rica en potasio, magnesio, fósforo, hierro, calcio, manganeso, folatos. También contiene algunas vitaminas como son las vitamina E y B6.