Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las autoridades médicas de Ontario han comenzado a respirar más tranquilas al considerar que el segundo brote de neumonía atípica está en franco declive, a pesar del nuevo aumento de casos probables del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) a 62. Para reforzar su confianza, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el martes no emitir otra alerta de viaje a la ciudad de Toronto, el foco de los dos brotes neumónicos en Canadá, tal y como había hecho durante el mes de abril. Entonces, la recomendación de la OMS fue repudiada por las autoridades canadienses que la consideraron injustificada y desmesurada, a pesar que la ciudad tenía decenas de afectados por la enfermedad y registraba ya 15 muertos. Tras la reaparición del SRAS en los hospitales de la ciudad oficialmente el pasado 22 de mayo, la cifra de muertos se ha duplicado -ya son 32 los fallecimientos- y aumentará con toda probabilidad en los próximos días ante el estado crítico de algunos de los enfermos.

El doctor James Young, comisionado de Seguridad Pública de Ontario, señaló que "estamos satisfechos que no se haya emitido una advertencia. Creemos que hemos puesto en marcha las medidas adecuadas". Sin embargo, Young añadió que es posible que en los próximos días aparezcan nuevos casos y que algunos de los considerados ahora sospechosos sean catalogados como probables.

Por su parte, el doctor Donald Low, jefe de microbiología del Hospital Monte Sinaí de Toronto y una de las autoridades mundiales en la enfermedad, expresó su esperanza que en los próximos dos días "dejen de aparecer nuevos casos de SRAS". "Espero que no me tenga que comer mis propias palabras", declaró Low quien el pasado mes de abril, tras conocer que la OMS había emitido una advertencia de no viajar a Toronto, consideró inaceptable la medida.

Las autoridades médicas aseguran haber aprendido las lecciones del pasado y que es muy difícil -aunque no imposible- que se repita la situación producida en abril cuando un paciente de 96 años infectado con la enfermedad pasó inadvertido. Este paciente, ya fallecido, es considerado el responsable del segundo brote neumónico al transmitir la enfermedad a pacientes y trabajadores de los dos hospitales en los que estuvo ingresado.

El doctor Young reiteró que la provincia estaba trabajando para desarrollar mecanismos que permitan colocar en el futuro un hospital en un estado de emergencia del SRAS como el que se tiene en estos momentos, "aunque no se estén detectando síntomas de la presencia de la enfermedad". Según Young, "es muy difícil porque el SRAS se parece a cualquier otra enfermedad que se ve en un hospital" pero que como norma general, la presencia de un enfermo con fiebre pero sin causas aparentes que la provoquen, debería ser suficiente para tratarlo como neumonía atípica "hasta que se demuestre lo contrario".

Para Ontario, en estos momentos lo más importante es "asegurar que no existe un sólo caso de esta enfermedad sin detectar" en los hospitales de la provincia. El doctor Low explicó que se están revisando uno por uno la historia clínica médica de cada paciente de aquellos centros que han sido afectados por la neumonía para asegurarse que no hay errores en los diagnósticos. Otro de los puntos esenciales en que trabajan especialistas estadounidenses y canadienses es descubrir cómo el paciente que originó el segundo brote transmitió la enfermedad, ya que, según Low, "hay muchas preguntas sin respuestas en estos momentos".

Young dijo que la neumonía asiática ha significado un costo para el sistema sanitario de Ontario de 500 millones de dólares cifra que "sigue aumentando". Para Young, al final de esta crisis "el sistema sanitario (de Ontario) será muy distinto. No sé cómo será" pero tendrá que estar mejor preparado para responder a emergencias como la de la neumonía atípica", añadió.