Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio firmado por investigadores noruegos, que aparece en la edición electrónica de "The Lancet", indica que las estatinas pueden ofrecer protección frente a las enfermedades cardiovasculares en pacientes que han recibido un transplante de riñón, los cuales se enfrentan a un riesgo aumentado de desarrollar enfermedades cardiovasculares prematuras.



Muchos receptores de transplante renal presentan alguna enfermedad cardiovascular preexistente en el momento de la operación y la terapia inmunosupresora puede agravar los factores de riesgo existentes o promover el desarrollo de otros nuevos, al elevar el colesterol y la presión arterial, señalan los autores.



Se sabe que el uso de estatinas comporta beneficios a la hora de reducir las enfermedades cardiovasculares (incluida la reducción del riesgo en pacientes con concentraciones normales de colesterol), pese a que su efecto en los pacientes trasplantados de riñón no se había demostrado hasta ahora.



En el nuevo trabajo, los autores, pertenecientes al Hospital Nacional de Noruega, investigaron los efectos de la fluvastatina en alrededor de 2.100 personas que se habían sometido a transplante de riñón, distribuidas en dos grupos para recibir la citada estatina o placebo. El seguimiento fue de 5-6 años.



Los pacientes que recibieron fluvastatina vieron reducidos sus niveles de colesterol LDL en un 32%, mientras que las tasas de mortalidad cardíaca e infarto de miocardio no fatal fueron inferiores entre estos pacientes, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa respecto al grupo placebo, de forma similar en cuanto a la necesidad de revascularización. Lancet online 2003;3 de junio