Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

De acuerdo con las evidencias presentadas en el día de ayer en el marco de la 41 Reunión Anual de la Asociación Americana de Oncología (ASCO) que se está celebrando en Orlando, Estados Unidos, los pacientes con neuroblastoma que presentan una delección en uno de sus cromosomas tienen una menor tasa de supervivencia que aquellos que no sufren la pérdida del mismo material genético. Así se desprende de los resultados del estudio llevado a cabo por investigadores del Children019s Hospital de Filadelfia, EE UU, y del Grupo de Oncología Pediátrico (COG) 013organización para la investigación clínica del Nacional Institutes of Health estadounidense dirigida al desarrollo de ensayos clínicos con niños afectados por cáncer.



El neuroblastoma es un proceso oncológico del sistema nervioso que, muy difícil de tratar satisfactoriamente, afecta sobre todo a la población pediátrica. En consecuencia, y a pesar de que la combinación de quimioterapia, radioterapia y cirugía puede ayudar a que numerosos niños experimenten una remisión del proceso, numerosos pacientes experimentan una recidiva de la enfermedad.



En palabras del Dr. Edward F. Attiyeh, oncólogo del Children019s Hospital de Filadelfia y autor principal del estudio, 01Cel neuroblastoma puede ser curado de manera fácil en muchos niños. Pero, asimismo, la presentación resulta muy agresiva en muchos pacientes pediátricos. En este contexto, hemos de tener en cuenta que las herramientas con las que hemos contado hasta el momento para determinar qué pacientes presentaban el mayor riesgo de recaída resultaban muy imprecisas. Así, la presencia de delecciones específicas en el cromosoma 11 se presenta como un nuevo marcador genético que puede ayudar a identificar a aquellos pacientes que, de manera potencial, pueden beneficiarse de la administración de tratamientos intensivos01D.



Los investigadores analizaron muestras de tejido de 917 pacientes pediátricos con neuroblastoma en aras de determinar la relación entre la progresión de la enfermedad y la presencia de delecciones en el brazo largo 013q013 del cromosoma 11.



Los pacientes con la delección 11q 013concretamente 11q23013 presentaban una mayor probabilidad de sufrir una progresión de la enfermedad o de morir. Transcurridos tres años desde el diagnóstico, el 50% de los niños con la delección experimentaron una progresión de la enfermedad o habían fallecido. Por el contrario, únicamente el 26% de los pacientes sin delección habían muerto o sufrido la progresión del neuroblastoma en el mimo período de tiempo. La tasa de supervivencia global a los tres años en los pacientes que presentaban la delección se estableció en el 65%, mientras que en los niños sin la pérdida de material genético fue del 83%.



Por todo ello, y según concluyó el Dr. Attiyeh, 01Cla identificación de este marcador genético puede ayudarnos a definir la agresividad del neuroblastoma y, por ende, a mejorar nuestras habilidades para diseñar tratamientos que incrementen la supervivencia de los pacientes. Nuestro objetivo es encontrar uno o más genes en el cromosoma 11q que, relacionados con el desarrollo de las formas agresivas de neuroblastoma, puedan ser utilizados como dianas terapéuticas01D.