Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las bacterias que causan la tuberculosis engañan al sistema inmunológico del hombre con un sensor de acidez, lo que dificulta su eliminación del cuerpo. Los macrófagos -células fagocitarias del sistema inmunológico- reconocen a estas bacterias de la especie Mycobacterium tuberculosis y las capturan y absorben. En el medio ácido en el interior de las células, que normalmente es mortal, estos microorganismos no mueren, sino al contrario, se multiplican.

El modo en que las bacterias de la tuberculosis reconocen que se encuentran en un macrófago es descrito por científicos de las universidades alemanas de Tubinga y Heidelberg en la revista científica Science (308:1020), en su edición del pasado viernes.

Juergen Linder de la Universidad de Tubinga y colegas descubrieron que las bacterias poseen una proteína que mide el contenido de ácidos y desencadena un proceso para contrarrestar la acidez. A continuación, estos agentes patógenos logran que los macrófagos mantengan condiciones fisiológicas que son inocuas para las bacterias.

Con ayuda de estos conocimientos, los científicos esperan encaminar la investigación de nuevas terapias contra la Mycobacterium tuberculosis, de la que hay cada vez más cepas resistentes a los antibióticos.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que causa la muerte de dos millones de personas por año en todo el mundo. Se contagia a través de pequeñas gotas de saliva de la persona infectada. Con frecuencia, la enfermedad no se declara enseguida, sino recién cuando el cuerpo está debilitado por otras causas, como por ejemplo la desnutrición o alguna otra enfermedad, como la infección con el virus del sida.