Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El hospital clínico San Carlos ha comenzado a aplicar un nuevo avance tecnológico para detectar de forma rápida y sencilla la sordera en los niños recién nacidos, dentro del programa universal que el centro desarrolla desde hace diez años para intervenir precozmente la hipoacusia. Según informó el hospital en una nota, su unidad de pesquisaje ( screening) auditivo del servicio de neonatología ha estudiado en la última década a 20 000 bebés para la detección de la hipoacusia, que se aplica a todos los niños que nacen en este centro.

La hipoacusia congénita aparece en la mayoría de los casos en el primer año de vida, con un uno por mil de recién nacidos con afectación moderada a profunda, y un cinco por mil de cualquier grado de sordera. "Hay una primera prueba para seleccionar los casos posibles, la otoemisión acústica evocada (OEA), que puede hacerse de forma sencilla, inocua y rápida a todos los recién nacidos. Un sistema informático permite enviar y recibir señales a cada oído mediante un audífono especial, que detecta automáticamente en una gráfica el normal funcionamiento del órgano auditivo o su alteración".

La segunda prueba, denominada PATC (potenciales auditivos del tronco cerebral), es más compleja y sensible y se reserva para los casos de posible sordera. Esta última se hace con estímulos de sonidos, que se registran mediante electrodos colocados en la cabeza, por lo que requiere más tiempo de preparación y aparatos más complicados.

Actualmente, el hospital clínico San Carlos ha comenzado a aplicar un avance tecnológico en esta última prueba, que por su rapidez y sencillez en el diagnostico, permitiría -una vez establecido el protocolo para su uso- aplicarlo a todos los bebés, obviando la OEA.