Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las mujeres que muestran niveles más altos de un determinado anticuerpo tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de ovario, lo cual apunta a la posibilidad de una vacuna contra esos tumores, según un estudio publicado. El cáncer de ovario es el séptimo carcinoma más común entre las mujeres, y la Sociedad Estadounidense del Cáncer calcula que este año se diagnosticarán unos 22 220 casos nuevos en ese país, lo que representa el 3% de todos los cánceres en mujeres.

El riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de ovario es del 1,7%, esto es, una mujer por cada 58. Las probabilidades de muerte por esta enfermedad es del 1%, y el riesgo de desarrollar y morir por cáncer de ovario es más alto para las mujeres blancas que para las negras.

"Nuestra meta es el uso de vacunas para prevenir el cáncer entre individuos de alto riesgo", indicó Olivera Finn, directora de Inmunología en la Escuela de Medicina de Pittsburgh, una de las investigadoras en el estudio que publica la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers, and Prevention.

Para el informe, Finn y sus colaboradores examinaron los casos y tomaron muestras de sangre de más de 700 mujeres sanas y 650 pacientes con cáncer de ovario. Los investigadores encontraron que las mujeres tenían menos probabilidades de desarrollar la enfermedad si han tenido osteoporosis y fractura de huesos, si padecieron una infección relacionada con el amamantamiento llamada mastitis, o si usaron un dispositivo intrauterino.

El riesgo también es menor si las mujeres han tenido una intervención quirúrgica en la pelvis, como una cesárea o ligadura de trompas, han usado anticonceptivos orales o han evitado el talco en la higiene genital.

"Cuantos más de estos factores han estado presentes, mayor es la reducción del riesgo de cáncer de ovarios", dijo Finn.

Una mujer que presenta cuatro de esos factores tenía un tercio del riesgo comparado con las otras.

El análisis de las muestras de sangre confirmó lo que los investigadores sospechaban: las mujeres con más factores de protección tenían anticuerpos para una proteína llamada mucina humana, o MUC1. La mucina humana es una glicoproteína asociada a la membrana celular que constituye uno de los componentes principales de la superficie ductal de las células del tejido glandular normal.

Los anticuerpos de la MUC1 pueden producirse después de una factura de hueso, cirugía pélvica y los otros factores que reducen el riesgo de cáncer. Los tumores de ovario también producen una forma de MUC1 en grandes cantidades.

Finn explicó que la reducción del cáncer de ovario en algunas mujeres puede ser consecuencia de una fractura ósea u otro acontecimiento previo que generó los anticuerpos y, en el proceso, preparó al cuerpo para defenderse del tumor.