Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Dos componentes del plástico, el BPA y el BBP, utilizados para envolver o contener comidas y bebidas son estrógenos ambientales capaces de afectar la expresión genética en las glándulas mamarias de animales de laboratorio jóvenes expuestas a estos componentes a través de la leche de sus madres, según un estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fox Chase de Filadelfia (Estados Unidos) que se ha hecho público en la reunión anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer.



Según los expertos, estos componentes algunas veces pueden desprenderse del plástico y migrar a los alimentos, especialmente después de calentarlos o cuando el plástico es antiguo o presenta arañazos y han elevado en los círculos científicos la preocupación sobre sus posibles efectos como agentes causantes de cáncer.



Los investigadores explicaron que el desarrollo del cáncer de mama implica múltiples circunstancias en las que los estrógenos parece jugar un importante papel. Los agentes estrogénicos que participan en el desarrollo mamario y posiblemente en este tipo de cáncer podrían incluir estrógenos externos o xenoestrógenos utilizados en la fabricación de productos. Los estudios de BPA y BBP en animales de laboratorio jóvenes se diseñaron para comprobar si la exposición a estos componentes biológicos activos podría alterar la sintonía genómica de las glándulas mamarias durante las fases críticas de desarrollo.



Según los expertos, el BPA es una resina sintética utilizada en los envoltorios alimentarios, protectores dentales y productos plásticos policarbonatados, que se incluyen en un amplio rango de productos que van desde los discos compactos y las lentillas hasta las vajillas y cubiertos y los envases de comidas y bebidas, incluyendo biberones. El BBP es un componente del plástico también muy utilizado en envoltorios alimentarios y cosméticos.



Los resultados mostraron que la exposición a BPA cambia el perfil de expresión genética de los tejidos mamarios como una función de la edad. Es decir, hubo un aumento significativo en la producción de proteínas reguladas por varios genes en edades que iban aumentando de los 21 a los 100 días. Esto incluyó proteínas que regulaban la proliferación y diferenciación celular, incluyendo las proteínas supresoras de tumor y un amplio número de proteínas desconocidas. La excepción fue la disminución en la expresión del gen GAD1 que codifica una enzima clave del sistema gabaérgico. En contraste, la exposición al BBP modificó la sintonía genómica de la glándula mamaria principalmente a los 21 días de edad y tuvieron menos efectos posteriores.



Según los científicos, serán necesarios futuros estudios que determinen si la exposición a tales componentes produce cáncer de mama en los animales de experimentación y si estos estrógenos provocan similares alteraciones genéticas en los tejidos mamarios humanos.