Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Sin negar su extraordinario potencial terapéutico clínico, que casi nadie duda de que debe ser explorado, hasta el momento son escasísimas las situaciones en las que el empleo de células madre ha demostrado una eficacia clara y contrastada, según se afirma en un artículo aparecido en "Medicina Clínica".



Los últimos años han sido pródigos en estudios y avances en el conocimiento sobre distintos tipos de células madre, y también han sido testigos de amplios y acalorados debates sobre las implicaciones éticas del empleo de estas células con finalidades médicas. Lo cierto es que los primeros balbuceos en el tema están planteando muchas más preguntas que respuestas y se ha creado una agria polémica entre partidarios de permitir la investigación y el uso terapéutico de células procedentes de embriones humanos y los que están a favor de vetarlas y que, a su vez, dan prioridad a la investigación con células de origen somático (adultas).



Las células madre han generado enormes expectativas y se han convertido en una nueva esperanza para el desarrollo de nuevas terapias celulares en el contexto de una medicina regenerativa. Por el momento, el hipotético efecto terapéutico de las células madre, tanto de origen embrionario como adultas, sólo ha sido corroborado en muy contadas ocasiones.



En teoría, las células madre embrionarias tendrían mayor plasticidad a la hora de diferenciarse hacia distintos tipos de tejidos, si bien la sociedad todavía tiene que consensuar los fundamentos éticos de su uso. En cuanto a las células madre adultas, tienen a su favor su fácil disponibilidad e histocompatibilidad, y queda por determinar si su potencial se plasmaría en beneficios clínicos terapéuticos.



En el artículo de "Medicina Clínica", los autores ofrecen una visión general sobre el tema de las células madre en los conocimientos actuales. Repasan con rigor científico las particularidades de las aplicaciones terapéuticas de las células madre y desvelan sin ambages las luces y las sombras que aún se ciernen sobre la utilidad de esta potencial medicina regenerativa. Concluyen que "responder a ciertas incógnitas como el número óptimo de células administradas, la mejor vía de administración o qué momento de la enfermedad es el más adecuado para aplicar una determinada terapia celular, es un reto que sólo podrá ser superado con esfuerzo y años de rigurosa investigación".



Medicina Clínica 2005;124:504-511