Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Anticuerpos que atacan a la proteína que se cree responsable de la enfermedad de Alzheimer pueden ofrecer una nueva forma de tratamiento contra este mal que destruye el cerebro, dijeron investigadores estadounidenses, el martes. La infusión de anticuerpos pareció ser inocua y puede haber retrasado e incluso haber detenido el progreso de la fatal enfermedad en los pacientes con Alzheimer, según los investigadores.

Sin embargo, la prueba con una terapia a base de inmunoglobulina sólo se realizó con ocho pacientes y aún es muy pronto para saber suficiente sobre cuáles son sus promesas, advirtió el equipo del Centro Médico Cornell Weill y del Hospital Presbiteriano de Nueva York. "Si se confirman los resultados de este estudio en pruebas mayores y controladas, podríamos disponer de un tratamiento contra el Alzheimer capaz de eliminar la proteína amiloide", expresó en un comunicado Marc Weksler, uno de los directores de la investigación.

Durante la fase I de las pruebas de inocuidad, ocho pacientes con la enfermedad de Alzheimer recibieron tratamiento con la inmunoglobulina durante seis meses y luego se sometieron a pruebas para determinar su deterioro mental.

La función cognoscitiva no empeoró en siete pacientes y mejoró en seis, dijeron los investigadores durante una reunión en Miami de la Academia de Neurología de Estados Unidos.

Los anticuerpos atacan al amiloide beta, una proteína clave en la formación de la placa que afecta el cerebro de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. Dicha proteína parece matar a las células cerebrales en sus alrededores, por lo que afecta la memoria a los pacientes y después los despoja de la capacidad para funcionar y cuidar de sí mismos.

Estudios previos habían demostrado que los anticuerpos, que son proteínas del sistema inmunológico que reconocen y atacan gérmenes y células anómalas, también pueden eliminar a los amiloides beta del sistema nervioso. Al uso de infusión de anticuerpos se le llama inmunización pasiva y este método se ha utilizado para combatir enfermedades como la hepatitis.

Hace décadas que se aprobó el tratamiento con inmunoglobulina para los trastornos inmunitarios, pero el presente estudio halló que contiene elementos específicos contra el amiloide beta, concluyeron los investigadores.