Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El Día Mundial de la Salud de este año está dedicado a las madres y a los niños. Este día nos permite enviar un mensaje poderoso: la comunidad internacional, las sociedades, los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales tienen el deber de garantizar que las madres y los niños puedan sobrevivir, vivir y desarrollarse en plenitud. En el camino por alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el Día Mundial de la Salud 2005 nos ayuda a centrar nuestras acciones en tres tareas importantes: mantener los logros en salud, finalizar la agenda pendiente y enfrentar nuevos desafíos.

Porque la región de las Américas ha logrado grandes avances al reducir las tasas de mortalidad materno infantil. Sin embargo, estos logros no son compartidos equitativamente entre los países de la región y existen grandes inequidades dentro de los mismos países.

A pesar de que las intervenciones eficaces son ampliamente conocidas y están disponibles, todavía mueren muchas mujeres por no recibir atención calificada en el parto. Y demasiados niños mueren por complicaciones durante su primer mes de vida. Gran parte de estas muertes pueden evitarse si coordinamos acciones y trabajamos juntos.

Por eso, el Día Mundial de la Salud 2005 hace un llamado a que forjemos alianzas más fuertes entre las organizaciones internacionales, los gobiernos, las comunidades y los ciudadanos. Para que juntos logremos disminuir en forma sostenida las tasas de mortalidad de madres y niños. Ninguna mujer de la región, ya sea que viva en una gran ciudad o en una zona remota, debería carecer de atención básica y capacitada, necesaria para tener un parto saludable y dar a luz un niño sano. Ningún niño, en cualquier rincón del continente, debe morir por falta de acceso a los servicios de salud.

El Día Mundial de la Salud nos pone de frente a la realidad. Hay que colaborar con cada uno de los países, para desarrollar políticas, asignar recursos, y poner en práctica las estrategias eficaces que protegerán a las madres y a los niños, ayudándolos a llevar una vida más plena y saludable. Como expresó la poetisa chilena Gabriela Mistral, 01CMuchas de las cosas que hemos menester tienen espera: el Niño, no. Él está haciendo ahora mismo sus huesos, criando su sangre y ensayando sus sentidos. A él no se le puede responder: 018Mañana.019 Él se llama 018Ahora019.01D