Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un proyecto para que las parejas que recurren a la fertilización asistida puedan elegir el sexo de sus futuros hijos fue debatido en el Parlamento británico, que desea modificar normativas referidas a la salud reproductiva.

Sin embargo, el Comité parlamentario de Ciencia y Tecnología, que preparó el informe, afirmó que aún es necesario estudiar en detalle las consecuencias de ese tipo de decisiones, consultando con médicos y parejas que recurren a tratamientos in vitro.

El comité pidió el cierre completo del ente regulador de estos procedimientos, la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana (HFEA, por sus siglas en inglés) y llamó a la creación de la Agencia Reguladora de Fertilidad y Tejidos, que controlara a clínicas y laboratorios del país para mantener estándares óptimos técnicos y operativos

También solicitó una mayor regulación profesional del Consejo Médico General de Gran Bretaña y de la Comisión de Salud del país, para prevenir malas prácticas, y estudiar consideraciones legales y éticas que surjan del gobierno o el Parlamento.

El grupo aclaró que investigaciones "tabúes" de salud reproductiva, como el trasplante de células humanas en animales, deberían ser consideradas "pero siempre bajo estrictas regulaciones". Debería ponerse fin a las consideraciones de obligatoriedad del sexo del bebé, cuando las parejas aceptan someterse a tratamientos de fertilización asistida, porque esto es discriminatorio", aclaró el panel. "No debemos prohibirle a las parejas elegir tener una niña o un niqo si eso es lo que consideran necesario para balancear sus familias", continuó.

En su informe, el grupo pidió que el HFEA deje de controlar temas como los chequeos de embriones por condiciones anómalas genéticas. "En cambio, los pacientes y doctores deberían decidir si este procedimiento debe ser utilizado en un caso específico, bajo las regulaciones de un comité local ético", precisó el reporte.

Por su parte, el doctor Evan Harris, miembro del comité parlamentario, afirmó que no deberían existir diferencias en la forma que se toman decisiones clínicas para tratamientos de reproducción asistida.

"Estamos realizando tratamientos de fertilización in vitro desde hace quince años y no debería ser tratado de forma diferente de otro tipo de tratamientos", aclaró.

Por su parte, un portavoz del Ministerio de Salud británico declaró que el gobierno revisa la ley de Fertilización y Embriología Humana de 1990, que podría tener "importantes cambios"."Consideraremos cuidadosamente las recomendaciones del comité parlamentario de Ciencia y Tecnología como parte de esta revisión", informó el vocero oficial.