Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores norteamericanos han producido en la planta del tabaco anticuerpos humanos que podrían ser usados para tratar la infección por ántrax, según han anunciado en el marco del encuentro anual de la Sociedad Americana de Investigación en Defensa Microbiológica. "El peligro del bioterrorismo es tal que un agresor puede hacer cálculos para provocar el terror máximo a través de muertes masivas.



La naturaleza imprevisible de estos eventos nos obliga a desarrollar el coste-efecto y contramedidas médicas protocolizadas para permitir a las autoridades tratar a individuos expuestos a agentes bioterroristas como el ántrax", explicó el doctor Les Baillie, del Centro de Investigación Médica Naval.



Así, este estudio, realizado por el doctor Baille, asociado también a la Universidad del Instituto de Biotecnología de Maryland (Estados Unidos), en colaboración con el doctor Vidadi Yusibov, director del Centro Norteamericano de Biotecnología Molecular Fraunhofer en Newark, analizó la efectividad de anticuerpos humanos creados en plantas frente al ántrax. Para la creación de los 'planticuerpos', Ballie y su equipo primero detectaron las células que producían anticuerpos, de las individuales que habían sido vacunadas frente al ántrax. Posteriormente, los genes que codificaban el anticuerpo por sí mismos fueron insertados en las bacterias que portaban el gen a las células de las plantas. "La planta producía anticuerpos humanos en unos pocos días", puntualizó Baillie. Los anticuerpos fueron entonces purificados de los restos cosechados desde las plantas infectadas y probada su habilidad para proteger frente a la infección por ántrax.



Los anticuerpos producidos por la planta fueron efectivos solamente en células humanas de individuos inmunizados. Los anticuerpos demostraron ser efectivos también antes de la exposición, para prevenir la infección; o después de la exposición, como tratamiento. "Si se ha estado expuesto al agente, se necesita protección lo antes posible y la vacuna puede tardar bastante tiempo en actuar para conseguir la inmunidad. Sin embargo, los anticuerpos ofrecen una protección inmediata", comentó Baille.



"La planta-productora de anticuerpos es además más segura porque no hay riesgo de contaminación por patógenos animales o humanos y los virus de las plantas no pueden infectar a los humanos", agregó. Este es, según los investigadores, un sistema fácil, barato y muy estable que constituye la respuesta a la búsqueda de un modo de almacenar una gran cantidad de anticuerpos durante largos períodos de tiempo. El siguiente paso para este grupo de científicos se dirigirá contra el botulismo.