Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Expertos internacionales consideraron hoy en una reunión celebrada en Sydney la forma de que la futura convención internacional para los discapacitados de la ONU proteja a las víctimas del maremoto del 26 de diciembre pasado. El nuevo embajador de Ecuador en Australia, Luis Gallegos, quien presidió el comité preparatorio para la Convención Internacional sobre los Derechos y la Dignidad de las Personas con Discapacidad desde el 2002 hasta recientemente, fue el orador principal de este seminario de un día, organizado por Rehabilitación Internacional.

"Se ha hecho un cálculo aproximado de las personas que murieron en el desastre causado por el maremoto, pero nadie ha tomado en consideración a los que quedaron discapacitados", indicó Gallegos a EFE. "La Convención tiene la intención de proteger a todos los discapacitados. Los que lo son a causa de una enfermedad, los que lo son a causa de un accidente, los que lo son a causa de un desastre natural", aseguró el ecuatoriano.

Apuntó que las necesidades de un discapacitado son las mismas en un país industrializado y en una nación en vías de desarrollo y por ello esta convención busca ofrecerles la misma ayuda y las mismas soluciones.

Los conferencistas señalaron la importancia de convencer a las agencias financieras internacionales que participan en la reconstrucción de los países devastados por el maremoto, como el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, de que tengan en consideración a los discapacitados desde el primer momento.

Gallegos explicó que al reconstruir edificios, ya sean hoteles o espacios públicos, mercados, escuelas, bibliotecas, "es necesario que se prevean rampas y accesos y se incluya así, de forma horizontal, a los discapacitados en el proceso".

Otro asunto debatido durante la sesión fue cómo definir el concepto de discapacitado. ¿Debe incluirse sólo a aquellos que sufren una discapacidad física o también a quienes sufren una discapacidad funcional o intelectual al haber perdido a varios miembros de su familia?" preguntó Gallegos.

Comentó que las crecientes repercusiones de los desastres naturales, por la alta densidad y el envejecimiento de la población, y posiblemente por el cambio climático, hace que "al mirar al futuro debamos pensar que cada vez serán más las personas afectadas por discapacidades y que éste no es un problema clínico, sino un problema social".

Gallegos subrayó que un 45% de las familias en todo el mundo tienen a un familiar discapacitado y, "sin embargo, la sociedad no habla de ello, intenta esconderlo, y esto tiene que cambiar, debemos conseguir una sociedad que sea capaz de mirarse".

El diplomático ecuatoriano, que presentará su carta de credenciales a Camberra el 24 de marzo, aseguró que la adopción de la convención será el "primer y gran paso" para amparar y promover los derechos de los al menos 600 millones de discapacitados que se calcula hay en todo el mundo.

El comité preparatorio de esta convención clausuró su quinto periodo de sesiones en febrero y se reunirá de nuevo en agosto, con un nuevo presidente.