Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las mediciones de tensión arterial realizadas en casa con aparatos homologados son más útiles para el manejo de la tensión arterial y ayudan a predecir el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular mejor que las tomas realizadas en la consulta del médico.



En los últimos años ha habido muchos cambios tecnológicos que han hecho que la medición de la presión arterial pueda hacerse de forma más exacta y adecuada que unos años atrás. Por ello la 'American Heart Association' ha decidido actualizar las guías publicadas en 1993 sobre la medición de la tensión arterial.



Una de las principales conclusiones de estos expertos es que las cifras tensionales obtenidas en la consulta médica no se corresponden a veces con la realidad del paciente. En muchos casos, la información es más precisa cuando es el propio paciente el que se toma la tensión en su domicilio o la que se consigue a través de un holter, un dispositivo que monitoriza la presión arterial durante 24 horas de forma ambulatoria.



Entre otras ventajas, la medición de la tensión de forma ambulatoria se puede hacer mientras la persona hace su actividad habitual, con lo cual se reflejará mejor la 'realidad del paciente'. Además, se puede averiguar si existe una adecuada caída de la tensión nocturna. Si hay una diferencia menor de 15 mm de mercurio entre las tensiones diurnas y nocturnas se asocia con un mayor riesgo de problemas cadiovasculares.



En la actualidad existen más de 65 millones de americanos que cumplen criterios de hipertensión: una tensión sistólica mayor de 140 mm de Hg y/o una diastólica por encima de 90mm de Hg. Cifras de entre 120-139 ó 80-89 indican un estado de prehipertensión que también se asocia a mayor riesgo cardiovascular y que afecta a un mayor número de individuos.



Como los márgenes son estrechos es muy importante para el médico saber si el paciente es realmente hipertenso o no, por lo cual la toma de la tensión arterial de forma adecuada es imprescindible.



El error que se deriva de las tomas de tensión en la consulta, debido al llamado 'efecto de la bata blanca', no es el único problema detectado por el comité de expertos. También se ha visto que muchas veces se usan manguitos de tamaño inadecuado, demasiado pequeños para pacientes obesos o muy grandes para individuos de pequeño tamaño o niños.



Por otro lado, y aunque los esfingomanómetros de mercurio siguen siendo los instrumentos más adecuados para la toma de la tensión, hoy en día no se recomienda su uso por ser contaminantes por lo que se aconseja usar otros. Pero la calibración, para saber si el aparato mide la tensión adecuadamente o no, se debe hacer con un aparato de mercurio.



Cuando se decide tomar la tensión en la consulta del médico hay que tener en cuenta ciertas premisas: nunca se debe tomar al llegar a la consulta sino que se debe esperar unos minutos para que el paciente esté menos nervioso. Además, la persona debe estar sentada en una silla confortable, sin las piernas cruzadas, sin hablar, con la espalda y el brazo apoyados y con el manguito sobre el brazo sin ropa.