Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las condiciones socioeconómicas de precariedad aumentan el riesgo de padecer enfermedades mentales, según un estudio de la Universidad de Salem que se publica en la revista American Journal of Orthopsychiatry.



Según los científicos, que examinaron una base de datos de 34.000 pacientes con dos o más hospitalizaciones psiquiátricas en Massachusetts (Estados Unidos) entre los años 1.994 y 2.000, los desempleados, pobres y aquellos que no podían costearse una casa constituían el grupo mayor de riesgo en el desarrollo de enfermedades mentales.



Según Christopher G. Hudson, uno de los investigadores del estudio, a mayores condiciones socioeconómicas de pobreza, mayores son los riesgos de hospitalización psiquiátrica y discapacidad mental. Estos descubrimientos son independientes del tipo de adversidades económicas o enfermedad mental que la persona sufriera.



Los investigadores explican que el nivel socioeconómico bajo fue evaluado sobre la base del estatus educativo, ocupacional y de ingresos económicos. El estudió tomó en cuenta el estrés económico como una de las posibles explicaciones para la asociación entre el nivel socieconómico bajo y la enfermedad mental. Para determinar esta asociación se utilizaron datos sobre la diferencia entre la cantidad de los ingresos locales y el nivel de pobreza federal, la tasa de desempleo y el índice de alquileres de viviendas que no podían costearse.



El estudio proporciona importantes pruebas de que el nivel socioeconómico bajo tiene un impacto directo sobre el desarrollo de la enfermedad mental, así como indirecto en cuanto a la asociación de las adversidades económicas estresantes entre los grupos de ingresos más bajos.



Según señala Hudson, el estudio remarca la necesidad de continuar el desarrollo de estrategias de intervención que presten particular atención al impacto devastador del desempleo, la marginalidad económica y los problemas de la vivienda.