Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los pacientes con diabetes que llevan un escaso control de su glucosa, que tiene altos niveles de hemoglobina o un amplio historial diabético tiene un riesgo aumentado de desarrollar retinopatía y edema macular. Estos pacientes deberían ser alentados para que mantuviesen un control activo e intensivo de su glucosa, ha señalado el Prof. Brooks W McCuen, del Duke University Eye Center, de Durham (Estados Unidos), durante la reunión de Update on Management of Diabetic Retinopathy and its Complications, celebrada en Filadelfia.



Los especialistas de Medicina Interna tendrían que llevar a cabo lo más pronto posible control de glucosa en sus pacientes. Un diagnóstico temprano es el mejor modo para conseguir que la enfermedad ocular no progrese, ha explicado el Prof. McCuen.



La retinopatía diabética (primera causa de ceguera en pacientes de 20 a 64 años) afecta al 25% de los 16 millones de estadounidenses diagnosticados de diabetes. En los próximos años, su prevalencia se incrementará con el aumento del número personas diabética, debido al creciente sobrepeso y a la obesidad de la población.



Los pacientes que han vivido con diabetes 25 años tienen un 90% de probabilidades de desarrollar retinopatía. Este porcentaje baja hasta el 7% para pacientes que tienen diabetes durante 10 años. El edema macular se presenta en un 5% de pacientes a los cinco años, y en un 15%, a los 15 años.



Según el Prof. McCuen, los pacientes de riesgo precisan llevar un riguroso e intensivo control de los niveles de glucosa, con medidas tomadas tres o más veces al día y medicación con insulina si es necesario. Además, han de comprobar periódicamente sus niveles de hemoglobina.