| Más de 300 000 personas podrían recuperar parcialmente su visión en unos años gracias a un proyecto presentado por la Comisión Europea (CE) en el que, mediante un implante, se restituyen de forma artificial ciertas funciones perdidas en la retina debido a enfermedades degenerativas oculares. El proyecto, llamado Optivit, es uno de los trabajos seleccionados por la CE como ejemplo de las investigaciones actuales en la Unión Europea (UE) en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Según explicó en rueda de prensa el profesor Claude Veraart, de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), este proyecto busca superar la degeneración celular que provocan diversas enfermedades en la retina, estimulando las fibras del nervio óptico con un electrodo implantado a nivel craneal. El dispositivo procesa las imágenes tomadas por una micro-cámara instalada en unas gafas y las transmite al nervio óptico, según demostraron las pruebas efectuadas en pacientes, que fueron capaces de reconocer una letra proyectada sobre una pantalla, y llegaron a localizar y coger un objeto situado ante ellos. El proyecto, sobre el que trabajan 15 000 expertos según Veraart, está cofinanciado al 50% por la CE. Cada unidad de la prótesis tendrá un costo de unos 20 000 euros inicialmente -que cofinanciaría la Seguridad Social- y requerirá una formación previa por parte del paciente para su uso adecuado. La comisaria europea para la Sociedad de la Información, Viviane Reding, subrayó que estas tecnologías son "una prioridad" por su "potencial de crecimiento y de empleo" y ayudarán a que la UE alcance los objetivos económicos que se fijó para 2010. Por ello, señaló Reding, un 22% de los fondos del Sexto Programa Marco de Investigación (2002-2006) se destinan a esas actividades. La comisaria recordó no obstante que la inversión en TIC de otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alcanza el 30%, por lo que afirmó que "si queremos ser líderes tenemos que investigar más". Otro proyecto presentado, llamado Apnee, desarrolla una red de prevención de índices de contaminación ambiental que informe al ciudadano de forma temprana y a distancia mediante las nuevas tecnologías. Sería mediante mensajes por móvil (SMS), con WAP (protocolo de aplicaciones inalámbricas), ordenadores de mano (tipo PDA), las páginas web, el sistema de tercera generación de móviles UMTS o el GPRS. En España colaboran en este proyecto y entre otros organismos europeos, la Junta de Andalucía, Telefónica y SICE -Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas-, empresa dedicada, en el sector del Medio Ambiente, a la prestación de servicios de sistemas de control medioambiental. Según explicó un miembro del Instituto alemán Fraunhofer para la Técnica de la Información Aplicada, el doctor Thomas Rose, el proyecto no se limita a investigar este tipo de alerta remota únicamente en el ámbito medioambiental. En este sentido, Reding recordó que la CE estudia dispositivos similares que alerten sobre inminentes catástrofes, como el maremoto en Asia del pasado mes de diciembre. Otro proyecto, denominado Netcard, en el que participan 10 estados miembros, busca avanzar en la interoperabilidad de las tarjetas sanitarias de los países de la UE para facilitar y mejorar la asistencia médica al ciudadano sea cual sea el país en el que esté. Según el representante del Instituto de Seguros Médicos de Eslovenia, Marjan Suselj, el objetivo último del proyecto es "disponer de una única tarjeta armonizada para la UE". Suselj explicó que, para recabar datos sobre los problemas que generan en la UE las distintas tarjetas sanitarias de cada estado miembro, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, se puso en marcha un experimento en el que participaron 14 hospitales que siguieron de cerca a los usuarios de los servicios sanitarios. Entre las conclusiones, el experto señaló la existencia de "problemas administrativos a solventar por los estados miembro", pero destacó la mejora general de los procedimientos para los usuarios, que resumió en más rapidez de transcripción de datos, una menor carga administrativa, una disminución de errores y una mayor fiabilidad. |
Esta revista pertenece a la Red Infomed. Compruebelo Aquí
